Gustavo Petro y la batalla por sus reformas: ¿Impulso popular o estrategia política?

El presidente colombiano busca un referendo para destrabar sus reformas de salud y laboral en medio de un Congreso dividido y elecciones en el horizonte.

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El desafío de la gobernabilidad

Gustavo Petro asumió la Presidencia de Colombia con la promesa de transformar el país a través de profundas reformas en salud, educación, trabajo y justicia social. Sin embargo, a casi dos años de su mandato, sus principales propuestas han enfrentado una férrea oposición en el Congreso, donde su coalición política no tiene la mayoría suficiente para aprobar los cambios estructurales que propone. En respuesta, ha llamado a las calles e intenta convocar una consulta popular para validar sus propuestas directamente con la ciudadanía.

Las reformas en disputa

En el centro del debate están dos reformas clave: la reforma a la salud y la reforma laboral. Petro propone eliminar las Empresas Promotoras de Salud (EPS), los intermediarios financieros del actual sistema, y que el Estado asuma directamente la administración de la salud pública. Sus opositores advierten que esto podría generar una crisis administrativa y fiscal difícil de manejar.

En cuanto a la reforma laboral, el presidente aboga por mejorar las condiciones de los trabajadores aumentando los recargos nocturnos, fortaleciendo la estabilidad en el empleo y limitando la contratación por prestación de servicios. Sin embargo, los empresarios argumentan que estas medidas incentivarán la informalidad y disminuirán la generación de empleo.

Una apuesta arriesgada: el referendo

Ante el bloqueo legislativo, Petro anunció su intención de realizar una consulta popular para que los ciudadanos decidan el futuro de estas reformas. No obstante, esta estrategia enfrenta múltiples desafíos. Según la normativa colombiana, una consulta de este tipo necesita la participación de al menos 13 millones de votantes para que sus resultados sean vinculantes.

Los analistas políticos advierten que, incluso si se logra convocar el referendo, el proceso podría tomar demasiado tiempo y enfrentar impugnaciones. Además, críticos señalan que Petro busca utilizar la consulta como un mecanismo para fortalecer su base de apoyo de cara a las elecciones legislativas y presidenciales del próximo año.

La movilización en las calles

El presidente ha alentado a sus seguidores a manifestarse a favor de sus reformas. El pasado martes, miles de personas se reunieron en la Plaza de Bolívar en Bogotá para escuchar su discurso, en el que acusó a los congresistas de “legislar a favor de las grandes corporaciones” y de “traicionar al pueblo por corrupción y avaricia”.

Para Petro, la presión de la sociedad civil es clave para impulsar sus iniciativas. Su administración concedió el día libre a los empleados públicos para que asistieran a las protestas, lo que ha sido calificado por la oposición como una maniobra cuestionable para movilizar apoyo.

¿Estrategia política o necesidad de cambio?

El debate sobre las reformas y la consulta popular no solo es un pulso entre el ejecutivo y el legislativo, sino que también refleja el desafío de gobernar en una democracia con múltiples actores de poder. Algunos expertos sostienen que Petro, al no contar con suficiente respaldo parlamentario, recurre al respaldo ciudadano para empujar sus políticas. Otros, por su parte, lo ven como un intento de consolidar su base política de cara a futuras elecciones.

En cualquier caso, el destino de estas reformas y del referendo marcarán un hito en la trayectoria política de Colombia, estableciendo un precedente sobre hasta dónde puede llegar la movilización social como herramienta para modificar las estructuras legislativas tradicionales.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press