El bloqueo al veto trans en el ejército y su impacto en EE.UU.
Una nueva batalla judicial pone en jaque la política de exclusión de personas transgénero en las fuerzas armadas promovida por Donald Trump.
En un nuevo revés para la agenda política de Donald Trump, una jueza federal bloqueó la orden ejecutiva que prohibía a las personas transgénero servir en el ejército de Estados Unidos. Esta decisión no solo representa una victoria para la comunidad LGBTQ+, sino que también reaviva el debate sobre la igualdad en las fuerzas armadas y el uso del poder presidencial para imponer restricciones discriminatorias.
Un fallo que podría cambiar el panorama
La jueza Ana Reyes, del Distrito de Columbia, dictaminó que la orden de Trump violaba los derechos constitucionales de miembros transgénero del ejército. Su fallo indica que la exclusión de estas personas atenta contra sus derechos a la igualdad y el debido proceso, protegidos por la Quinta Enmienda.
Reyes explicó en su sentencia: “Toda persona que ha respondido al llamado de servir a su país merece nuestro respeto y gratitud”. La jueza ha otorgado al gobierno hasta el viernes para apelar su decisión antes de que la orden entre en vigor.
Un obstáculo recurrente para Donald Trump
No es la primera vez que los tribunales revocan medidas de Trump relacionadas con las personas transgénero. En 2017, el entonces presidente ordenó la prohibición del servicio militar para personas trans, argumentando que su presencia afectaba la preparación militar y la moral de las tropas.
Sin embargo, esta medida fue cuestionada por múltiples organizaciones, incluidos el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas (NCLR) y GLAD Law, quienes representaban a los demandantes en este caso.
El papel del Departamento de Defensa
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, apoyó la medida de Trump implementando una política que descalificaba automáticamente a personas con disforia de género. Según este criterio, cualquier persona con antecedentes de disforia sería considerada no apta para el servicio.
Sin embargo, esta política ha sido duramente criticada por activistas de derechos humanos, quienes argumentan que clasificar la identidad de género como una “enfermedad” es excluyente y científicamente inexacto.
El rol de la administración Biden
Cuando Joe Biden asumió la presidencia en 2021, una de sus primeras acciones fue revocar la prohibición trans en el ejército, restaurando la política de 2016 que permitía el servicio abierto de personas transgénero. La reversión de Biden representó una victoria simbólica y práctica para los derechos LGBTQ+.
¿Qué sigue?
Aunque la administración Trump puede apelar el fallo de la jueza Reyes, este proceso probablemente tomará tiempo y podría llegar hasta la Corte Suprema. En términos prácticos, si el bloqueo persiste, miles de personas transgénero en servicio activo podrán continuar su labor sin temor a ser expulsadas por su identidad de género.
Las decisiones políticas en torno a la inclusión de personas trans en el ejército reflejan una lucha cultural más amplia en EE.UU., donde la comunidad LGBTQ+ sigue enfrentando restricciones que limitan su participación en diferentes esferas de la sociedad.
Reflexión final
Más allá del ámbito legal, este fallo es un recordatorio de que la lucha por la equidad en el servicio militar es un reflejo de las tensiones políticas y culturales en Estados Unidos. Mientras una parte de la sociedad aboga por la inclusión, otro sector sigue resistiéndose al cambio.