Hungría intensifica su ofensiva contra la comunidad LGBTQ+: la posible prohibición del Budapest Pride

El gobierno de Viktor Orbán avanza con una legislación que podría vetar el evento y emplear reconocimiento facial para identificar a los asistentes.

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El avance de la ley y su impacto en la comunidad

El gobierno húngaro, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, ha intensificado su postura contra la comunidad LGBTQ+ con la reciente presentación de un proyecto de ley que podría prohibir el evento anual del Budapest Pride, una de las manifestaciones más grandes en favor de los derechos LGBTQ+ en Europa Central.

La legislación propuesta también permitiría el uso de software de reconocimiento facial para identificar a aquellos que asistan a eventos que el gobierno considere que infringen su controvertida ley de “protección infantil”, aprobada en 2021. Esta ley prohíbe lo que el gobierno describe como la “promoción” de la homosexualidad y la identidad de género diversa en contenido accesible a menores de edad.

Budapest Pride: 30 años de lucha y celebración

El Budapest Pride, conmemorando su 30 aniversario en 2024, se ha convertido en una plataforma esencial para la visibilización y defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ+ en Hungría. El evento reúne a miles de participantes cada año y destaca la historia y evolución de los derechos LGBTQ+ en el país y en Europa.

Los organizadores de la marcha han señalado que los intentos de prohibición representan una restricción severa de las libertades fundamentales de expresión y reunión. La ley propuesta castiga con una multa de hasta 200,000 forintos húngaros (aproximadamente 546 dólares) a quienes asistan a cualquier evento que infrinja las regulaciones gubernamentales.

Orbán y su postura ultraconservadora

El gobierno de Orbán se ha caracterizado por su retórica ultraconservadora y sus políticas de represión contra grupos marginados. Desde que asumió el poder, su administración ha presentado al país como un bastión de los valores tradicionales y cristianos, oponiéndose a lo que califica como “ideología de género”. La comunidad LGBTQ+ se ha vuelto un blanco particular en su discurso.

La ley de 2021 ha sido ampliamente criticada por la Unión Europea y organismos de derechos humanos, que la califican de represiva y discriminatoria. En varias ocasiones, la Comisión Europea ha emprendido acciones legales contra Hungría alegando que estas medidas violan derechos contemplados en el marco legal del bloque.

Reacciones dentro y fuera de Hungría

Las críticas no tardaron en llegar. Activistas y eurodiputados han condenado la nueva propuesta y han advertido sobre el peligro de utilizar tecnología de reconocimiento facial para supervisar actividades y restringir la libertad de reunión.

“Esto no es solo un ataque a la comunidad LGBTQ+, sino a todos los húngaros”, afirmó un portavoz de Amnistía Internacional en Hungría. “El uso de vigilancia masiva para identificar y castigar a personas por su identidad y orientación es un grave atropello a los derechos humanos”.

En contraste, el partido gobernante y sus simpatizantes presentan estas normativas como una protección a la infancia y los valores tradicionales. Orbán ha manifestado previamente su intención de reforzar la legislación para evitar el avance de lo que él llama “propaganda LGBTQ+”.

El futuro de Budapest Pride

La comunidad LGBTQ+ y sus aliados se preparan para una batalla legal y social en los próximos meses. Organizaciones de derechos humanos han prometido llevar el caso ante la Corte Europea de Derechos Humanos si la ley se aprueba, alegando que viola múltiples tratados internacionales suscritos por Hungría.

Entretanto, las cifras indican que, mientras el gobierno endurece su postura, el apoyo al Pride en Budapest ha crecido. En 2023, el evento atrajo a más de 35,000 participantes, lo que demuestra que existe una resistencia activa frente a las políticas del gobierno.

Hungría se encuentra, una vez más, en el epicentro de la controversia en la lucha por los derechos LGBTQ+ en Europa. La comunidad internacional observa atentamente, y el resultado de esta contienda podría tener implicaciones significativas para la libertad de expresión y los derechos humanos en la región.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press