El fin de una era: Forever 21 se declara en bancarrota por segunda vez
La icónica marca de moda rápida no resiste la competencia de gigantes como Shein y Temu, y anuncia el cierre de sus tiendas en EE.UU.
Forever 21: De la gloria a la bancarrota
La industria de la moda rápida está atravesando una transformación radical, y una de sus marcas más icónicas, Forever 21, no ha logrado mantenerse a flote. La compañía ha solicitado protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en EE.UU. por segunda vez, anunciando el cierre de sus tiendas y la liquidación de su inventario. Esta decisión marca el fin de una era para una marca que en su momento dominó los centros comerciales y cautivó a los jóvenes con sus precios accesibles y tendencias efímeras.
Una caída anunciada
Forever 21 ya había enfrentado problemas financieros en el pasado. En 2019, se declaró en bancarrota y fue adquirida por un consorcio que incluía a Authentic Brands Group, Simon Property Group y Brookfield Property Partners. Sin embargo, la empresa no pudo adaptarse a los cambios en los hábitos de los consumidores, que cada vez más prefieren las compras en línea a la experiencia tradicional de ir al centro comercial.
Según Brad Sell, director financiero de la empresa, la competencia feroz de marcas extranjeras como Shein y Temu ha sido un factor determinante en su declive. “No hemos podido encontrar un camino sostenible debido a la competencia de empresas extranjeras de moda rápida, que han aprovechado exenciones fiscales para socavar nuestros precios y márgenes”, explicó en un comunicado.
La moda rápida en la era digital
Forever 21 surgió en 1984 y fue una pieza clave en la popularización de la moda rápida. A lo largo de los años 90 y principios de los 2000, supo capitalizar la creciente demanda por prendas asequibles y en tendencia, compitiendo con gigantes como Zara y H&M.
Sin embargo, la llegada de plataformas digitales especializadas en e-commerce como Shein cambió por completo el panorama. Con cadenas de suministro más ágiles y costos de producción más bajos, estas empresas pueden ofrecer productos de moda ultra rápida con precios y rotación de inventario impensables para marcas tradicionales.
Además, muchas de estas plataformas se han aprovechado de la exención fiscal “de minimis”, que permite que envíos con un valor menor a $800 ingresen a EE.UU. sin pagar impuestos ni aranceles, lo que les otorga una ventaja competitiva significativa en términos de costos.
La lección para el retail
El caso de Forever 21 pone en evidencia los desafíos que las marcas tradicionales de retail enfrentan en un mundo cada vez más digital. La falta de adaptación al comercio electrónico no solo ha afectado a la marca, sino también a los centros comerciales, que han visto una disminución drástica en el tráfico de clientes en los últimos años.
Para sobrevivir en este entorno, las marcas deben reinventarse, apostar por una experiencia omnicanal real y explorar nuevas estrategias de sostenibilidad y personalización para captar la atención de los consumidores modernos.
¿Qué sigue para Forever 21?
Mientras las tiendas físicas en EE.UU. comienzan su fase de liquidación, el futuro de la marca queda en manos de Authentic Brands Group, que posee los derechos de propiedad intelectual de Forever 21 a nivel internacional. Existe la posibilidad de que la marca continúe operando en otros mercados a través de licencias con nuevos operadores.
Sin embargo, esta nueva bancarrota deja claro que, sin una transformación profunda, la moda rápida tradicional tiene cada vez menos espacio en el competitivo mundo del retail digital. ¿Será este el adiós definitivo de Forever 21 o veremos un renacimiento bajo un nuevo modelo de negocio?