El desafío de los astronautas varados: 9 meses en el espacio y un retorno accidentado

La odisea de Butch Wilmore y Suni Williams tras el fallido vuelo de prueba de Boeing y los imprevistos en su regreso con SpaceX

Una misión que se extendió mucho más de lo esperado

Lo que debía ser una estadía breve a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) terminó convirtiéndose en una misión de más de nueve meses para los astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams. Ambos despegaron el 5 de junio de 2023 en el flamante Starliner de Boeing, en lo que se suponía sería un vuelo de prueba de corta duración. Sin embargo, varios problemas técnicos a bordo del Starliner obligaron a la NASA a dejar la nave en la EEI y, en su lugar, trasladar a los astronautas a una cápsula SpaceX para su eventual regreso a la Tierra.

El calvario del Starliner y la espera en la EEI

El Starliner de Boeing, diseñado como una alternativa a la cápsula Dragon de SpaceX para el transporte de astronautas, mostró diversas fallas tras su llegada a la EEI. Debido a estas irregularidades, la NASA tomó la difícil decisión de enviarlo de vuelta sin tripulación, dejando a Wilmore y Williams varados en el espacio mientras se organizaba una alternativa para traerlos de vuelta a casa.

Lo que inicialmente debía durar apenas una semana, terminó extendiéndose por meses. Por fortuna, los dos astronautas ya tenían experiencia previa en la estación y supieron adaptarse a sus nuevas responsabilidades. Williams incluso asumió el liderazgo de la EEI durante buena parte de su estancia, convirtiéndose en la comandante de la estación.

Un regreso plagado de incertidumbre

El retorno de los astronautas también se retrasó debido a inconvenientes con la cápsula de SpaceX que debía traerlos a casa. La NASA pospuso varias veces su regreso, mientras la nueva tripulación de reemplazo llegaba a la estación. Finalmente, el domingo pasado, una cápsula de SpaceX trajo a la nueva tripulación, permitiendo que Wilmore y Williams emprendieran su viaje de vuelta.

Junto con ellos, viajaron en la cápsula de SpaceX Nick Hague, astronauta de la NASA, y el cosmonauta ruso Alexander Gorbunov, quienes habían llegado en un vuelo anterior y tenían asientos reservados para este regreso. La cápsula no solo fue su transporte de vuelta, sino también una prueba clara de cuán importante es la colaboración entre las diversas agencias espaciales internacionales.

Implicaciones políticas en el regreso de los astronautas

El prolongado tiempo en la EEI de Williams y Wilmore llamó la atención de figuras políticas, incluyendo un tuit del expresidente Donald Trump en enero, en el que acusó a la administración de Joe Biden por los retrasos en su regreso. También pidió a Elon Musk, CEO de SpaceX, que acelerara el retorno de los astronautas. Musk respondió afirmando que la compañía estaba trabajando lo más rápido posible con las opciones disponibles, pero sin comprometer la seguridad.

Finalmente, una cápsula SpaceX reutilizada fue utilizada en vez de una nueva, lo que redujo el tiempo de espera en al menos algunas semanas. A pesar de este calor político alrededor de su misión, ninguno de los astronautas mostró resentimiento o preocupación ante la demora.

El impacto personal del tiempo extra en el espacio

Aunque ambos astronautas han tenido varias misiones y experiencias en el espacio, este tiempo extra tuvo cierto impacto en sus vidas personales. Wilmore, de 62 años, se perdió la mayor parte del último año de secundaria de su hija menor. Williams, de 59 años, tuvo que conformarse con llamadas por internet a su madre. Para ambos, la incertidumbre sobre cuándo podrían regresar complicó las cosas a nivel emocional.

Récords y logros de la misión

A pesar de los problemas, Williams aprovechó su tiempo extendido en la EEI para romper un récord: ahora es la astronauta mujer con más tiempo acumulado en caminatas espaciales, con un total de 62 horas distribuidas en nueve salidas al espacio. Ambos también participaron en experimentos científicos y en mantenimiento general de la estación espacial, asegurándose de dejarla en buen estado para la siguiente tripulación.

El futuro del transporte espacial

El caso del Starliner de Boeing deja en evidencia la importancia de contar con múltiples opciones para el transporte espacial. La NASA, que contrató tanto a Boeing como a SpaceX con este propósito, ahora se enfrenta al reto de garantizar que los vuelos del Starliner sean seguros antes de volver a enviarlo con tripulación.

Mientras la NASA se prepara para el retiro de la EEI en el 2030, el futuro de la exploración espacial depende en gran medida de empresas privadas como SpaceX y Boeing. La demora en la misión de Wilmore y Williams es un recordatorio de que, aunque la tecnología ha avanzado, los vuelos espaciales siguen siendo un desafío lleno de imprevistos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press