El ultimátum de Trump a Columbia: ¿Control legítimo o ataque a la autonomía universitaria?
La administración Trump amenaza con cortar fondos federales a Columbia University si no implementa cambios radicales en su política académica.
Un ataque a la autonomía universitaria
La reciente amenaza de la administración Trump a Columbia University ha generado una gran controversia en el ámbito académico y político. En una carta enviada el jueves por la noche, el gobierno exigió que la universidad ponga su Departamento de Estudios de Medio Oriente, Asia del Sur y África bajo ‘receivership’ por al menos cinco años, prohiba el uso de máscaras en el campus y cambie su definición de antisemitismo.
Estas medidas se presentan como requisitos previos para continuar recibiendo financiamiento federal, en lo que muchos analistas ven como una injerencia directa en la gestión de la institución.
¿Por qué Columbia?
La carta no explica por qué el gobierno ha puesto el foco en este departamento en particular, pero el contexto político ofrece algunas claves. Columbia ha sido un foco de protestas estudiantiles contra el conflicto en Gaza, lo que ha llevado a arrestos y operativos de seguridad en su campus. La administración Trump ha endurecido su postura contra las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en universidades, y este último movimiento parece formar parte de esa estrategia más amplia.
Reacciones inmediatas
El presidente interino de Columbia, Katrina Armstrong, expresó su “tristeza” por la intervención gubernamental y confirmó que agentes del Departamento de Seguridad Nacional habían allanado residencias universitarias. Por otro lado, profesores y grupos de derechos civiles han calificado la medida como un ataque sin precedentes a la libertad académica.
Joseph Howley, profesor de clásicas en Columbia, comentó: “Si el gobierno federal puede exigir el cierre o reestructuración de un departamento académico, entonces las universidades en este país dejan de existir tal como las conocemos”.
La guerra contra la diversidad en universidades
Este caso no es aislado. La administración Trump ha abierto investigaciones contra más de 50 universidades por presunta discriminación racial en sus procesos de admisión, en un esfuerzo por desmantelar programas de acción afirmativa. Los críticos aseguran que este tipo de acciones afectan negativamente la representación de minorías en la educación superior.
Además, el arresto del activista palestino Mahmoud Khalil, quien participaba en protestas en Columbia, ha llevado a grupos de derechos humanos a denunciar una represión política contra los estudiantes.
Las implicaciones futuras
La presión de la administración Trump sobre Columbia University podría sentar un precedente preocupante para otras instituciones académicas que dependen del financiamiento federal. Si la universidad cede ante las demandas, otras universidades podrían enfrentar presiones similares.
Las universidades han sido tradicionalmente espacios de debate, investigación y autonomía respecto a las políticas gubernamentales. Sin embargo, estas medidas ponen en duda hasta qué punto pueden seguir funcionando sin interferencias políticas.
En los próximos meses, Columbia tendrá que decidir si enfrenta estas amenazas en tribunales o si implementa los cambios exigidos por el gobierno, en lo que podría convertirse en una batalla clave por la independencia académica en Estados Unidos.