Un caso sin resolver: la liberación de un sospechoso en un homicidio de 1977 en Hawái
Gideon Castro, arrestado por el asesinato de una adolescente en 1977, es liberado tras complicaciones en el caso.
Un viejo crimen y un reciente arresto
El nombre de Dawn Momohara resurgió en los titulares después de más de cuatro décadas. La joven de 16 años fue encontrada sin vida el 21 de marzo de 1977 en un edificio de la preparatoria McKinley en Honolulú. Había sido agredida sexualmente y estrangulada.
En enero de este año, las autoridades arrestaron a Gideon Castro, de 66 años, en un hogar de ancianos en Utah, bajo sospecha de asesinato en segundo grado. La detención fue posible gracias a avances en la tecnología de ADN, que lo vincularon con el crimen después de tantos años sin una pista concluyente.
Complicaciones en el caso y liberación del sospechoso
A pesar de su arresto y la evidencia de ADN, el caso ha sufrido un revés significativo. Fiscales en Honolulú informaron a sus homólogos en Utah que no avanzarán con los cargos de asesinato en este momento debido a 'complicaciones recientes con un testigo clave y el estado de la evidencia'.
Ante este panorama, el juez de distrito de Utah, John Nielsen, ordenó la liberación de Castro. Sin embargo, los fiscales de Hawái han dejado claro que esto es solo un 'revés temporal' y que seguirán buscando justicia para Momohara.
El largo camino hacia la justicia
Desde 1977, las autoridades habían intentado resolver el asesinato de Dawn Momohara sin éxito. La policía publicó bocetos de un sospechoso y buscó un Pontiac LeMans de 1974 o 1975 que fue visto cerca de la escena del crimen. Sin embargo, el caso se enfrió.
No fue sino hasta hace unos años que, utilizando muestras de ADN modernas, lograron conectar a Castro con el asesinato. Esto llevó a su detención en Utah, donde las autoridades obtuvieron su ADN para la comparación con la evidencia recolectada en la escena del crimen hace más de 40 años.
¿Qué sigue para este caso?
Aunque Castro ha sido liberado, la fiscalía de Hawái podría reabrir el caso en el futuro si logran superar los desafíos presentados por la evidencia y los testigos. La familia de Momohara, que ha esperado justicia por décadas, podría tener que seguir esperando.
Casos como este demuestran la importancia de las nuevas tecnologías en la resolución de crímenes sin resolver, pero también resaltan las dificultades legales de procesar casos con décadas de antigüedad.