El enigma de la tregua en Ucrania: ¿Aceptará Rusia el alto al fuego propuesto?
Moscú enfrenta una difícil decisión entre consolidar sus avances militares o mejorar sus relaciones con Occidente.
Putin ante un dilema estratégico
La apertura de Ucrania a una tregua ha planteado un complicado dilema al Kremlin en un momento en que tiene la ventaja militar en el conflicto. La decisión de Moscú de aceptar o rechazar un alto al fuego podría redefinir el curso de la guerra y sus relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos.
La postura del Kremlin
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha manifestado en reiteradas ocasiones su negativa a una pausa temporal en las hostilidades, argumentando que solo beneficiaría a Ucrania y sus aliados occidentales permitiéndoles rearmarse. Moscú insiste en un acuerdo más amplio que garantice una paz duradera.
Ante el anuncio ucraniano de aceptar la tregua propuesta por Estados Unidos durante las conversaciones en Arabia Saudita, el Kremlin ha respondido con cautela, señalando que necesita conocer más detalles antes de pronunciarse.
Las razones detrás de una posible negativa
El Ejército ruso ha logrado consolidar su dominio en el frente de batalla, especialmente desde el otoño pasado, cuando intensificó su ofensiva en el este de Ucrania. En respuesta, Kiev intentó llevar la lucha al territorio ruso con incursiones en la región de Kursk, aunque estos esfuerzos desviaron recursos de la defensa de Donetsk y no lograron frenar el avance ruso.
Además, los ataques rusos coordinados sobre la infraestructura energética de Ucrania han debilitado significativamente la capacidad del país para sostener el conflicto a largo plazo.
Putin ha justificado su rechazo a un cese temporal de fuego destacando que solo serviría para que las fuerzas ucranianas se reagruparan y rearmaran, prolongando así el conflicto.
¿Qué exige Putin?
Los objetivos del Kremlin siguen alineados con los planteados desde el inicio de la invasión el 24 de febrero de 2022: que Ucrania renuncie a unirse a la OTAN, reduzca drásticamente su Ejército y garantice la protección de la lengua y la cultura rusas.
A estos requisitos se suma la exigencia de que Kiev retire sus tropas de las cuatro regiones ocupadas por Rusia, aunque aún no bajo su control total. Moscú también busca el desbloqueo de sus activos congelados en Occidente y el levantamiento de sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Putin insiste en que cualquier acuerdo debe abordar las causas fundamentales del conflicto, principalmente la expansión de la OTAN cerca de las fronteras rusas.
Las posibles condiciones del Kremlin
En lugar de rechazar categóricamente la tregua, Moscú podría imponer ciertas condiciones favorables a sus intereses. Algunos analistas sugieren que Rusia podría aceptar un cese al fuego si Occidente detiene el suministro de armas a Ucrania. También se ha especulado con la demanda de elecciones en Ucrania como condición para un alto al fuego.
Sam Greene, del Center for European Policy Analysis, apunta que Putin difícilmente dirá un “no” rotundo a la tregua, pero intentará obtener concesiones a cambio, como la reducción del apoyo militar occidental a Ucrania.
Mientras tanto, la comunidad internacional se encuentra en vilo, evaluando si este proceso de negociaciones desembocará en una solución más favorable para Rusia o si, por el contrario, reforzará la posición de Ucrania y sus aliados. La clave del desenlace parece estar en Washington.