Crisis en el Presupuesto de Defensa de EE.UU.: ¿Un Ejército Sin Futuro?

La falta de financiamiento adecuado amenaza la preparación y modernización de las fuerzas armadas estadounidenses.

Un presupuesto en el limbo

Los líderes militares de Estados Unidos han advertido recientemente que la falta de un presupuesto adecuado pone en grave riesgo la preparación y modernización de las fuerzas armadas del país. Con el Congreso incapaz de aprobar un presupuesto para el año fiscal 2025, el Departamento de Defensa se encuentra operando bajo medidas de financiamiento provisionales que restringen su capacidad de responder a necesidades emergentes.

Gen. James Mingus, vicejefe del Estado Mayor del Ejército, dejó claro el dilema: “El Ejército puede permitirse una fuerza numerosa, preparada o moderna, pero con el presupuesto actual, no puede costear las tres cosas al mismo tiempo”.

Los efectos del presupuesto congelado

El problema central es que las medidas actuales mantienen los niveles de financiamiento en los niveles de 2024, impidiendo la puesta en marcha de nuevos contratos y proyectos clave. Esto afecta desde la modernización del armamento hasta mejoras en instalaciones de vivienda para los soldados. Ninguna de las ramas del ejército se salva.

  • Ejército: Enfrenta la difícil decisión entre invertir en número de tropas, equipamiento moderno o preparación.
  • Marina: Retrasos en la construcción y mantenimiento de barcos afectan la movilidad global de la flota.
  • Fuerza Aérea: La escasez de fondos impactará su capacidad operativa en más de 4.000 millones de dólares.
  • Infantería de Marina: La disponibilidad de barcos anfibios ha caído a solo 13 de los 32 existentes.

El Almirante James Kilby, vicejefe de operaciones navales, fue enfático al indicar que esta situación frena la producción de barcos de asalto anfibios, claves para las operaciones de los Marines. Mientras tanto, el General Christopher Mahoney lamentó que la capacidad de despliegue de su fuerza se vea anulada por la falta de transporte naval.

¿Qué dice el Congreso?

A pesar de las preocupaciones expresadas por los líderes de defensa, los senadores aún no han dado una respuesta clara sobre si permitirán mayor flexibilidad en la asignación de fondos. Para algunos, esto es mejor que una paralización del gobierno, pero otros advierten que es un desastre estratégico de cara a futuros conflictos.

Hasta ahora, la Cámara de Representantes ha aprobado un aumento de 6.000 millones de dólares en defensa, una cifra que apenas representa una diferencia mínima en un presupuesto total de 1,7 billones de dólares. Este aumento tampoco resuelve el problema de la inflexibilidad del financiamiento.

Militarización en la frontera sur

Otro punto polémico es la movilización de tropas hacia la frontera con México para asistir en labores de seguridad. La senadora Mazie Hirono criticó que soldados altamente entrenados sean empleados en tareas de logística y almacenamiento en vez de en funciones de combate y preparación.

“Tener tropas supervisando inventarios y realizando ingreso de datos en computadoras de la Patrulla Fronteriza no parece coincidir con el énfasis en la letalidad que se nos prometió”, señaló Hirono.

Una política de seguridad incierta

En un contexto donde figuras como Donald Trump y Pete Hegseth han enfatizado la importancia de la preparación militar y la disuasión bélica, la realidad presupuestaria apunta en una dirección muy diferente. La imposibilidad de financiar adecuadamente a las fuerzas armadas puede tener consecuencias a largo plazo que van más allá de la simple contabilidad gubernamental y pueden traducirse en desventajas estratégicas en el campo de batalla.

El General Mingus advirtió que “los riesgos que asumimos ahora se pagarán en sangre más adelante”, poniendo de relieve la dimensión humana de estas decisiones.

¿Hacia dónde va el futuro del Ejército de EE.UU.?

Si esta postura se mantiene, 2025 podría marcar el primer año en la historia reciente en que el Congreso no aprueba un presupuesto de defensa. Esto deja abiertas muchas preguntas: ¿Cómo afectará esta crisis a la geopolítica global? ¿Están los adversarios de EE.UU. tomando nota de su debilidad presupuestaria?

Con conflictos emergentes en distintas partes del mundo y la creciente competencia estratégica con potencias como China y Rusia, la falta de preparación militar podría costar caro. No es solo un problema de números, sino de estrategia y seguridad a largo plazo.

El Ejército de Estados Unidos se encuentra en una encrucijada y la política de financiamiento en Washington determinará si continúa siendo la fuerza dominante en el escenario global o si empieza a ceder terreno en un panorama cada vez más desafiante.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press