Polémica por el exterminio de búhos barrados en EE.UU.: ¿Conservación o crueldad?

Un plan federal busca eliminar más de 450,000 búhos barrados para proteger al búho moteado en peligro de extinción, pero enfrenta fuerte oposición política y ética.

Una medida extrema para salvar una especie

El gobierno de Estados Unidos enfrenta una creciente controversia por su plan de eliminar más de 450,000 búhos barrados en los bosques de la costa oeste. El objetivo de la medida es preservar las poblaciones del búho moteado del norte y el búho moteado de California, especies nativas amenazadas por la presencia del búho barrado, un ave invasora proveniente del este de EE.UU.

Desde la década de 1970, el búho barrado ha ocupado rápidamente el territorio de los búhos moteados, desplazándolos y reduciendo su población hasta niveles peligrosos. Actualmente, se estima que más de 100,000 búhos barrados habitan en la región, mientras que solo quedan alrededor de 7,100 búhos moteados.

El costo de la conservación: una cifra multimillonaria

La estrategia para controlar la población del búho barrado implica la eliminación de estas aves a lo largo de 30 años en una zona de aproximadamente 23,000 millas cuadradas, cubriendo California, Oregón y Washington. Sin embargo, el plan está recibiendo críticas por su alto costo.

Según cálculos basados en un subsidio otorgado a la tribu nativa Hoopa Valley en California, el costo de matar a cada búho barrado podría alcanzar los $3,000. Esto elevaría el gasto total de la iniciativa a más de $1.3 mil millones, una cifra que un grupo de 19 legisladores bipartidistas ha calificado como un despilfarro innecesario de dinero público.

“Este es un uso inadecuado e ineficiente de los dólares de los contribuyentes estadounidenses”, señalaron los legisladores en una carta dirigida al Secretario del Interior, Doug Burgum.

El debate moral y ecológico

La eliminación de una especie para salvar a otra siempre ha sido un tema controversial en el campo de la conservación. Casos similares incluyen la eliminación de lobos para salvar ciervos, el sacrificio de cormoranes para preservar poblaciones de peces, o la caza de leones marinos para proteger al salmón.

Los defensores de la eliminación del búho barrado argumentan que los búhos moteados han sufrido un declive drástico y que las medidas de protección pasadas, como la restricción de la tala en los bosques desde la administración de Bill Clinton en los años 90, no han sido suficientes para frenar su desaparición.

Por otro lado, los críticos sostienen que este tipo de intervención humana en los ecosistemas es riesgosa e impredecible. También argumentan que la llegada del búho barrado al oeste de EE.UU. podría estar vinculada a cambios climáticos y alteraciones ambientales causadas por la actividad humana.

¿Funciona esta estrategia?

Investigaciones previas han mostrado que la eliminación de búhos barrados en pequeñas escalas ha ayudado a frenar el declive del búho moteado. Desde 2009, más de 4,500 búhos barrados han sido abatidos en la costa oeste como parte de proyectos experimentales.

Los resultados sugieren que la reducción de la población de búhos barrados permite a los búhos moteados recuperar territorio y mejorar sus tasas de reproducción. Sin embargo, no está claro si esta estrategia será efectiva en una escala mucho mayor y a largo plazo.

El futuro del programa

Ante la presión política y pública, el gobierno federal podría reconsiderar la implementación masiva de esta estrategia o proponer enfoques alternativos. Algunos expertos creen que programas de reubicación, control de hábitats y soluciones basadas en tecnología podrían ser opciones viables.

Mientras tanto, el debate entre la conservación y la ética sigue abierto. ¿Es justificable gastar más de mil millones de dólares en la eliminación de una especie para salvar otra? ¿Hasta qué punto debe intervenir el ser humano en los procesos naturales de los ecosistemas? Estas son preguntas que aún no tienen una respuesta definitiva.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press