Bernie Sanders y su lucha contra la oligarquía: ¿El último bastión contra Trump?
A sus 83 años, el senador de Vermont se convierte en el líder inesperado de la resistencia progresista en EE.UU.
Un héroe inesperado en la batalla contra Trump
En un Estados Unidos polarizado por la vuelta de Donald Trump al poder, Bernie Sanders emerge como el único líder progresista dispuesto a enfrentarlo frontalmente. A sus 83 años, el senador de Vermont se ha lanzado a una campaña nacional denominada “Stop Oligarchy Tour” para denunciar el peligro de que la nación siga avanzando hacia un sistema autoritario controlado por multimillonarios.
Desde la parte trasera de una camioneta, megáfono en mano y frente a miles de seguidores en Michigan y Wisconsin, Sanders deja claro que aún no ha terminado su lucha por un EE.UU. más justo. “No permitiremos que este país caiga en manos de la oligarquía”, proclama ante una audiencia que responde con ovaciones y cánticos de apoyo.
La falta de liderazgo en la resistencia demócrata
Mientras los demócratas en Washington parecen desorientados frente a las reformas radicales de Trump, Sanders ha tomado la iniciativa. Desde el despido masivo de empleados públicos hasta la concesión de poder sin precedentes a multimillonarios como Elon Musk, las medidas del expresidente han sido recibidas con preocupación por amplios sectores del país.
Sin embargo, la respuesta del Partido Demócrata ha sido tibia. Figuras como Alexandria Ocasio-Cortez han respaldado el esfuerzo de Sanders, pero fuera de un pequeño grupo de progresistas, pocos legisladores han salido a las calles a confrontar directamente la administración Trump.
“Este no es el momento de quedarse callado. Necesitamos un mensaje fuerte y claro de que no vamos a permitir este abuso de poder”, declaró Ocasio-Cortez, quien anunció que se unirá a Sanders en futuras giras.
¿Está Sanders considerando otra candidatura presidencial?
El entusiasmo generado por la gira de Sanders ha llevado a muchos a preguntarse si el veterano político podría estar preparando una nueva candidatura presidencial. Aunque él mismo ha aclarado que no tiene intenciones de postularse en 2028, sus eventos públicos tienen el mismo formato y magnitud de los mitines de una campaña presidencial.
Las multitudes que ha reunido superan con creces las expectativas, con más de 9,000 personas solo en un evento en Michigan. Su mensaje sigue resonando especialmente entre la clase trabajadora estadounidense, que se siente traicionada por los partidos tradicionales.
El choque con la visión de gobierno de Trump
Uno de los principales blancos de Sanders en esta campaña han sido los cambios promovidos por Trump en la administración pública. La eliminación de protecciones laborales y el traspaso de funciones gubernamentales a empresarios como Elon Musk han sido descritos por Sanders como “un asalto sistemático a la democracia”.
Las recientes órdenes ejecutivas de Trump han alterado drásticamente el curso de agencias gubernamentales clave, afectando sectores como el medioambiente, salud y derechos laborales. Sanders, en su discurso, hace énfasis en cómo estas políticas perjudican a la clase media y baja, favoreciendo a las élites económicas.
Un giro en la base progresista
A pesar de haber sido bloqueado por el establishment demócrata en 2020, actualmente Sanders goza de una mayor aceptación dentro del partido. La derrota de Kamala Harris ante Trump ha llevado a muchos demócratas a reconsiderar sus estrategias y a reconocer que las políticas progresistas podrían ser la clave para recuperar votantes desilusionados.
“Hay quienes ven a Sanders como un peligro para el partido, pero la verdad es que representa el único mensaje capaz de movilizar a la base trabajadora”, admite el senador Chris Murphy.
El futuro de la resistencia progresista
Aunque Sanders ha dejado claro que no tiene intenciones de postularse nuevamente, su impacto en la política estadounidense no puede subestimarse. La pregunta es si otros líderes progresistas tomarán la batuta y llevarán su mensaje más allá de esta gira.
En un contexto donde la democracia estadounidense parece cada vez más frágil, las palabras del senador de Vermont resuenan como un recordatorio de que la lucha contra la oligarquía sigue vigente. Como él mismo dice: “Si nos unimos, podemos vencerlos”.
