Francisco, el papa enfermo que reabre el debate sobre la renuncia papal

La hospitalización prolongada de Francisco revive las preguntas sobre su posible dimisión y el legado de Benedicto XVI.

El papa Francisco ha ingresado en su cuarta semana de hospitalización por una doble neumonía, lo que ha generado nuevas especulaciones sobre el futuro de su papado y la posibilidad de su dimisión. Durante este tiempo, ha delegado varias de sus funciones a cardenales, un movimiento que, aunque práctico, ha alimentado el debate sobre la continuidad de su liderazgo.

Un legado de incertidumbre: la renuncia de Benedicto XVI

Cuando el papa Benedicto XVI renunció en 2013, se convirtió en el primer pontífice en hacerlo en más de 600 años, marcando un precedente que sigue siendo objeto de discusión dentro de la Iglesia católica. En sus memorias publicadas en 2024, Francisco recordó cómo se enteró de la noticia y la sorpresa que le causó: "Por un momento quedé paralizado... la renuncia de un papa era inimaginable, aunque estuviera prevista en el derecho canónico".

Francisco ha elogiado en diversas ocasiones la valentía de Benedicto para tomar esa decisión al darse cuenta de que su salud ya no le permitía ejercer sus funciones. Sin embargo, la convivencia durante una década entre un papa reinante y otro emérito también generó desafíos dentro del Vaticano, con sectores conservadores viendo en Benedicto un punto de referencia ante algunas reformas de Francisco.

El precedente de una dimisión anticipada

En 2022, Francisco reveló que había escrito una carta de renuncia poco después de asumir el papado, estableciendo que dejaría el cargo si problemas de salud le impedían continuar. Sin embargo, este documento nunca se ha hecho público, y la validez de una renuncia preescrita sigue siendo debatida entre los expertos en derecho canónico.

"Pero esto es, repito, una posibilidad lejana, porque realmente no tengo ninguna causa lo suficientemente seria como para considerar renunciar", expresó Francisco en 2023. Con estas palabras, disipó, al menos temporalmente, las especulaciones sobre su posible dimisión.

El impacto de la muerte de Benedicto XVI en la postura de Francisco

Tras la muerte de Benedicto XVI en 2022, Francisco reafirmó la opción de que un papa pudiera renunciar, explicando que, de hacerlo, preferiría vivir en una residencia para sacerdotes jubilados en Roma en lugar de continuar dentro del Vaticano con un título similar al de "papa emérito".

No obstante, meses después, en una reunión con sacerdotes congoleses y sudaneses, Francisco pareció dar un giro a su postura, enfatizando que la renuncia de Benedicto no debería convertirse en una norma. "Creo que el ministerio del papa es ad vitam (para toda la vida)", declaró, resaltando que solo en casos realmente extremos se debería contemplar la dimisión.

¿Un Vaticano preparado para una nueva transición?

Mientras Francisco continúa su recuperación en el hospital, el Vaticano sigue funcionando con la delegación de funciones a cardenales clave, como el secretario de Estado, Pietro Parolin. Esta distribución de tareas ha demostrado que la institución puede operar sin la presencia directa del papa en cada acto importante, pero también plantea una pregunta fundamental: ¿hasta qué punto puede continuar esta dinámica sin una crisis de liderazgo?

La posibilidad de una nueva renuncia papal sigue generando debate entre teólogos y fieles, mientras muchos siguen de cerca la evolución de la salud de Francisco y su capacidad para seguir gobernando la Iglesia católica en los próximos años.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press