El impacto global de los recortes de ayuda exterior de EE.UU.: Crisis humanitaria en aumento
Millones de personas en todo el mundo enfrentan la suspensión de servicios esenciales debido a la congelación de fondos estadounidenses
En los últimos meses, la decisión del gobierno de EE.UU. de recortar drásticamente la ayuda exterior ha generado una crisis humanitaria en diversas partes del mundo. Programas esenciales en salud, migración y asistencia humanitaria han sido suspendidos o reducidos drásticamente, dejando a millones de personas en situación de vulnerabilidad.
El golpe a agencias de la ONU
La decisión de congelar más del 90% de los contratos de ayuda exterior, eliminando cerca de 60 mil millones de dólares en financiamiento, ha tenido un impacto devastador en organizaciones internacionales que dependen de estos fondos.
- ACNUR: La agencia para refugiados de la ONU ha debido suspender servicios para alrededor de 180,000 mujeres y niñas desplazadas en lugares como República Centroafricana, Uganda y Sudán del Sur. En Etiopía, los servicios para aproximadamente 200,000 desplazados han sido cerrados.
- OIM: La Organización Internacional para las Migraciones, que recibía más del 40% de su presupuesto de EE.UU., tuvo que despedir a 3,000 empleados dedicados a un programa de reasentamiento de refugiados.
El colapso de los programas de salud
Los organismos de salud de la ONU han sido especialmente afectados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que una red global de laboratorios de sarampión y rubéola está en riesgo de colapso, ya que su costo anual de 8 millones de dólares dependía completamente de EE.UU. Además, los recortes han afectado la respuesta global contra virus como mpox y el ébola.
Otro gran golpe ha sido a los programas de lucha contra el VIH:
- En Uganda, EE.UU. financiaba el 55% del presupuesto total contra el VIH. Con la eliminación de fondos, muchas clínicas especializadas han tenido que cerrar.
- En Haití, se estima que 750,000 personas quedaron sin acceso a servicios vitales.
- En Sudáfrica, docenas de programas financiados por PEPFAR han sido cerrados, afectando a una gran parte del personal de respuesta al VIH.
El impacto en Afganistán y otros países en crisis
Afganistán ha sido uno de los países más gravemente perjudicados. Más de 200 centros de salud han cerrado, dejando sin atención médica a 1.8 millones de personas en un país donde la situación humanitaria ya era crítica.
En Sudán, la falta de apoyo financiero ha provocado la suspensión de la asistencia humanitaria para refugiados y comunidades desplazadas. Asimismo, los programas de asistencia alimentaria y cobijo en Ucrania han sido gravemente afectados.
Los intentos de la ONU por mitigar la crisis
A pesar del duro golpe, la ONU ha tratado de responder con medidas urgentes. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) anunció la liberación de 110 millones de dólares de su fondo de emergencia para ayudar a crisis subfinanciadas en África, Asia y América Latina.
Tom Fletcher, jefe humanitario de la ONU, describió estos recortes como un "golpe devastador" para los esfuerzos globales de salvar vidas. "Es el ritmo al que se han cerrado tantos programas esenciales lo que ha intensificado la tormenta perfecta que enfrentamos", expresó ante el Consejo de Seguridad.
Mientras la comunidad internacional busca soluciones, millones de personas continúan sufriendo la falta de acceso a asistencia esencial. El futuro de la ayuda humanitaria mundial pende de un hilo, y la respuesta de otros países y donantes privados será clave para evitar una catástrofe humanitaria de enorme magnitud.
