Fort Bragg: El regreso del nombre histórico y la polémica detrás de la decisión
Tras un breve periodo como Fort Liberty, la instalación militar más grande de EE.UU. vuelve a llamarse Fort Bragg en honor a un nuevo soldado.
Un cambio de nombre con trasfondo histórico
El pasado viernes, Fort Liberty en Carolina del Norte recuperó su antiguo nombre, pero con una diferencia crucial: ya no honra a un general confederado, sino a un héroe de la Segunda Guerra Mundial. Ahora, el mayor fuerte del Ejército de EE.UU. lleva el nombre de Fort Bragg en honor al paracaidista Roland L. Bragg, receptor de la Estrella de Plata. Originalmente bautizado en honor a Braxton Bragg, un general confederado, el fuerte fue renombrado como Fort Liberty en 2023, como parte de una iniciativa nacional para eliminar símbolos confederados de espacios públicos. Sin embargo, la decisión no fue bien recibida por todos, y menos de un año después, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, firmó una orden para revertir el cambio.¿Quién fue Roland L. Bragg?
Roland L. Bragg fue un paracaidista que sirvió con la 17ª División Aerotransportada durante la Segunda Guerra Mundial. Se destacó en la Batalla de las Ardenas, donde su valentía le valió la Estrella de Plata y un Corazón Púrpura. Según su obituario de 1999, fue capturado brevemente por los alemanes antes de ser liberado. A diferencia de Braxton Bragg, originario de Carolina del Norte, Roland era de Nobleboro, Maine, sin ninguna conexión previa con la base. Esta decisión ha generado dudas, pero su hija expresó su entusiasmo por el nuevo homenaje a su padre.Fort Bragg y la controversia política
La restauración del nombre ha provocado reacciones encontradas. Para algunos, representa la preservación de la identidad de la base y el reconocimiento de un héroe estadounidense. Para otros, es un intento de revertir los esfuerzos para borrar la herencia confederada de EE. UU., una postura que el expresidente Donald Trump ha defendido abiertamente. En 2020, el Congreso anuló el veto de Trump para aprobar una ley que ordenaba el retiro de nombres confederados de instalaciones militares. Ahora, varios legisladores han cuestionado el costo de revertir el cambio, pues la transición a Fort Liberty supuestamente costó 8 millones de dólares. Solo la señalización vial ascendería a 200,000 dólares. Hegseth, al firmar la orden de regreso a Fort Bragg a bordo de un vuelo a Europa, declaró en un video: "Bragg ha vuelto". Asimismo, anunció otro cambio en Georgia: Fort Moore volverá a llamarse Fort Benning, esta vez en honor a Cpl. Fred G. Benning, un condecorado veterano de la Primera Guerra Mundial en lugar del general confederado Henry L. Benning.¿Qué sigue para la denominación de bases militares?
La restauración del nombre de Fort Bragg sugiere que los cambios en la nomenclatura de otras bases militares podrían seguir la misma dirección. El gobierno de Trump criticó estos cambios como parte de una agenda "woke", y con las elecciones en el horizonte, el tema puede seguir siendo un punto de confrontación política. Por su parte, la comunidad militar ha expresado su satisfacción por la recuperación del nombre Bragg, pues consideran que simboliza la historia de miles de soldados que han servido en la base durante décadas. Más allá de las connotaciones políticas, la historia de Roland L. Bragg ahora se une a la tradición de uno de los fuertes más emblemáticos del país. ¿Será esta la última modificación al nombre de la icónica base, o nuevas administraciones intentarán otra vez cambiar su identidad? Este artículo fue redactado con información de Associated Press