Recortes de fondos para investigación médica en EE.UU.: Un golpe a la ciencia y la salud pública

Un juez federal bloquea los recortes de la administración Trump que ponían en riesgo estudios sobre Alzheimer, cáncer y enfermedades cardíacas.

Un intento de reducir costos con consecuencias alarmantes

La administración de Donald Trump propuso un cambio drástico en la asignación de fondos para la investigación médica en EE.UU., lo que generó un revuelo entre científicos, universidades y hospitales. El plan intentaba reducir los costos indirectos de los proyectos financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) imponiendo un límite del 15%. Esto, argumentan los expertos, habría puesto en peligro estudios esenciales sobre enfermedades como el Alzheimer, cáncer y afecciones cardíacas.

¿Qué son los costos indirectos en la investigación científica?

Los fondos otorgados por los NIH a instituciones de investigación están divididos en dos categorías: costos directos e indirectos. Los primeros financian los sueldos de los investigadores, equipos y materiales de laboratorio. Los costos indirectos, por otro lado, incluyen elementos cruciales como el mantenimiento de laboratorios, eliminación de desechos químicos, electricidad para equipos sofisticados y personal administrativo.

Las instituciones académicas y científicas argumentan que reducir los costos indirectos al 15% habría causado estragos en su capacidad operativa. “Sin estos fondos, muchos laboratorios no podrían continuar funcionando, y los avances médicos se verían seriamente obstaculizados”, advirtieron investigadores de la Universidad de Harvard.

Las demandas contra la administración Trump

Ante esta medida, un grupo de 22 estados junto con asociaciones de universidades y hospitales demandaron al gobierno federal. Alegaron que el recorte de fondos causaría un daño irreparable a la investigación científica y, en última instancia, a la salud de los ciudadanos.

El juez federal Angel Kelley emitió inicialmente una orden temporal para detener los recortes y, posteriormente, una orden preliminar que pone la política en pausa mientras avanza el litigio. Esto supone un alivio para cientos de investigadores que temían por la continuidad de sus proyectos.

La importancia de la financiación de los NIH

Los NIH son la principal fuente de financiamiento de la investigación biomédica en EE.UU., otorgando aproximadamente $35 mil millones en subvenciones cada año. Estas investigaciones no solo dan lugar a importantes descubrimientos médicos, sino que también sustentan miles de empleos en universidades y hospitales en todo el país.

Desde su creación, los NIH han ayudado en el desarrollo de tratamientos revolucionarios contra enfermedades como el VIH/SIDA y diversos tipos de cáncer. Su papel ha sido clave en el avance de la inmunoterapia y la edición genética a través de la tecnología CRISPR. Sin estos fondos, el progreso en estos campos podría haberse visto frenado.

Reacciones de la comunidad científica

La comunidad científica ha expresado su preocupación ante futuros intentos de reducir el financiamiento. “Cada dólar invertido en investigación médica genera un enorme retorno en términos de salud pública y ahorro en cuidados médicos a largo plazo”, expresó Jennifer Luray, presidenta de Research!America, una organización sin fines de lucro dedicada a la promoción de la ciencia.

Los científicos alertan que la incertidumbre en la financiación podría disuadir a jóvenes investigadores de ingresar en el campo de la ciencia biomédica. “Recortar la inversión en ciencia hoy significa poner en peligro los avances del mañana”, afirmó el Dr. Francis Collins, exdirector de los NIH.

¿Qué sigue para la investigación médica en EE.UU.?

Aunque el fallo del juez Kelley ha bloqueado temporalmente la implementación de los recortes, la batalla legal continúa. Las próximas decisiones judiciales definirán si esta política puede ser implementada o si el financiamiento de la ciencia seguirá protegido.

La controversia sobre estos recortes resalta una cuestión clave: la necesidad de garantizar financiamiento estable para la ciencia. Países como Alemania y China han incrementado significativamente su apoyo a la investigación en los últimos años, mientras que EE.UU. enfrenta debates políticos que ponen en riesgo su liderazgo en el campo.

Mientras tanto, los investigadores y las instituciones siguen luchando para proteger el presupuesto que permite salvar vidas. La inversión en ciencia es más que un tema financiero: es una cuestión de salud pública y desarrollo humano.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press