“Mickey 17”: Entre la genialidad de Bong Joon Ho y el caos narrativo
Robert Pattinson sufre, muere y renace en esta ambiciosa película de ciencia ficción que mezcla humor negro y crítica social
El cine de ciencia ficción ha sido testigo de grandes epopeyas espaciales, pero pocas veces hemos visto una premisa tan intrigante y al mismo tiempo desesperanzadora como la de “Mickey 17”, el último trabajo del aclamado director Bong Joon Ho. Adaptando la novela Mickey7 de Edward Ashton, Bong nos presenta un universo en el que la clonación humana es un recurso expendable, usado sin miramientos en las misiones espaciales. Robert Pattinson encarna a Mickey, un hombre atrapado en un ciclo eterno de muerte y resurrección. ¿Es esta película una obra maestra o un experimento narrativo que ha salido de control?
Un protagonista condenado a morir… una y otra vez
La historia nos traslada al año 2058, donde una misión de colonización enviada desde la Tierra llega al hostil planeta Nilfheim. Mickey es lo que en este mundo se llama un “Expendable”, un ser humano cuyo trabajo consiste en realizar tareas extremadamente peligrosas, morir en el proceso y ser reimpreso con una nueva copia de sí mismo cada vez que fallece.
La primera vez que vemos a Mickey, está atrapado en el fondo de una grieta, a punto de morir en completa soledad. Pero en lugar de desesperarse, parece asumir su destino con una resignación casi cómica. Esta resignación es un punto clave en el tono de la película: más allá de la brutalidad de su situación, hay un humor negro y absurdo que permea toda la historia.
Un futuro donde la vida humana no vale nada
El proceso de “reimpresión” de Mickey es frío e impersonal. Su equipo lo manda constantemente a misiones suicidas, sabiendo que simplemente pueden generar otra versión para reemplazarlo. La ética sobre la clonación y el uso de cuerpos desechables en el espacio es una de las cuestiones más perturbadoras que plantea la película.
La tripulación con la que viaja no tiene mayor compasión por él. Su líder, Kenneth Marshall (interpretado por Mark Ruffalo), es un millonario egocéntrico que gobierna la nave con reglas absurdas, como prohibiciones al sexo porque “consume demasiadas calorías”. Su carismática pero manipuladora esposa Ylfa (Toni Collette) tampoco se queda atrás. Ambos representan un control opresivo sobre la tripulación, reflejando las jerarquías de poder que existen en nuestra propia sociedad.
Robert Pattinson: Un actor que sigue desafiando expectativas
Si hay algo que salva a “Mickey 17” de convertirse en un desorden narrativo abrumador, es sin duda la interpretación de Robert Pattinson. Su papel es exigente tanto física como emocionalmente, ya que no solo debe mostrar el desgaste y la desesperación de Mickey, sino que también debe interpretar a múltiples versiones de sí mismo.
Uno de los momentos cúspides del filme es cuando Mickey descubre que su versión 18 ha sido creada sin su consentimiento, resultando en una batalla de identidades entre ambos. Esta crisis existencial se convierte en un dilema sci-fi fascinante: ¿qué sucede cuando una copia no quiere ceder su lugar?
Creatividad sin límites… y sin control
Bong Joon Ho siempre ha sido conocido por su estilo audaz y sus películas con mensaje social, como “Parásitos”. Sin embargo, en “Mickey 17” lleva su creatividad al límite, llegando al punto de la sobrecarga. La primera mitad de la película es vibrante y emocionante, pero conforme avanza la trama, la narrativa se vuelve caótica, con demasiados giros y subtramas innecesarias.
El tercer acto, en particular, es donde la película parece perder el rumbo. Mientras el conflicto entre Mickey y sus clones se intensifica, Bong incorpora demasiados elementos filosóficos y políticos que acaban saturando la historia. Aunque algunos de ellos son interesantes, otros simplemente generan confusión.
¿Una obra maestra o un experimento fallido?
“Mickey 17” está lejos de ser una mala película. De hecho, es visualmente impresionante y tiene momentos de auténtica genialidad. Sin embargo, la falta de control en su narrativa y el exceso de ideas podrían hacer que muchos espectadores se sientan abrumados.
Para los fans del cine de ciencia ficción con tintes filosóficos y del humor absurdo de Bong Joon Ho, esta película sigue siendo una experiencia fascinante. Pero si esperas una historia concisa y bien estructurada, es posible que encuentres en “Mickey 17” más frustración que satisfacción.