Walid Jumblatt y su misión en Siria: Un líder druso en tiempos de tensión
El veterano líder druso libanés Walid Jumblatt advierte sobre las amenazas en Siria y el papel de Israel en la región.
Un viaje crucial en un momento delicado
El histórico líder druso libanés, Walid Jumblatt, ha anunciado que pronto viajará a Siria para reunirse con su líder interino en un contexto de creciente tensión entre miembros de su comunidad, el gobierno provisional sirio e Israel.
Jumblatt, conocido por sus posturas firmes y a menudo controversiales, ha acusado al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de fomentar la división sectaria y el caos en la región. “Los sirios libres deben estar atentos a los complots de Israel”, advirtió el líder druso en una reciente conferencia de prensa en Beirut.
El conflicto en Jaramana y la respuesta israelí
En los últimos días, combatientes drusos han protagonizado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del gobierno sirio en Jaramana, ciudad ubicada en las afueras de Damasco. La situación ha escalado tras la caída del presidente Bashar al-Assad en diciembre pasado, lo que ha permitido el avance de las fuerzas israelíes en el sur de Siria creando una polémica “zona de amortiguamiento”.
El Ministerio de Defensa de Israel anunció recientemente que ha dado instrucciones a su ejército para que se prepare para defender Jaramana y proteger a la comunidad drusa en Siria, un movimiento que ha generado reacciones mixtas dentro del mundo árabe.
La comunidad drusa: Historia y desafíos actuales
Los drusos son una minoría religiosa con alrededor de un millón de seguidores en todo el mundo, siendo Siria el hogar de más de la mitad de ellos. El resto se encuentra en Líbano, Israel y los Altos del Golán, territorio ocupado por Israel desde la guerra de 1967 y anexado en 1981.
Sus orígenes se remontan al siglo X como una rama del islam ismailí chiita, aunque sus creencias han evolucionado significativamente hasta formar una identidad religiosa única y hermética, muchas veces incomprendida en la región.
El papel de Walid Jumblatt
Jumblatt, líder del Partido Socialista Progresista en Líbano, ha sido una figura política clave en Medio Oriente por décadas. Ha mantenido una postura de crítica constante contra Israel, al tiempo que ha sido un ferviente defensor de la causa palestina.
En un giro poco común en la política regional, el líder druso también se ha manifestado en contra del régimen de Assad en Siria. De hecho, su último viaje al país en diciembre pasado se produjo poco después de la sorprendente caída de Assad a manos de Hayat Tahrir al-Sham, un grupo islamista insurgente.
Esta no es la primera vez que Jumblatt interviene en la crisis drusa en Siria. En 2015, en plena guerra civil siria, negoció con la oposición en Idlib luego de reportes de persecución y ataques contra los drusos a manos de extremistas.
¿Hacia dónde se dirige Siria sin Assad?
Con la ausencia del régimen de Assad, Siria enfrenta un escenario inédito donde diversas fuerzas internas y externas buscan influir en el futuro del país. Israel ha redoblado sus esfuerzos en la zona, mientras que grupos opositores e interinos intentan consolidar el nuevo orden.
Mientras tanto, la comunidad drusa—frecuentemente atrapada entre bandos enfrentados—se encuentra en una posición extremadamente vulnerable. Aunque han participado en protestas contra Assad, esta misma facción también se ha manifestado en rechazo a los bombardeos israelíes en territorio sirio.
El futuro de los drusos en Siria y Líbano
La identidad drusa ha estado históricamente ligada a la supervivencia en un contexto de constantes cambios geopolíticos. En Líbano, donde Jumblatt sigue siendo una fuerza influyente, la comunidad enfrenta problemas internos de representación política y desafíos económicos.
En Siria, el control de la provincia sureña de Sweida, de mayoría drusa, es un punto clave en la lucha por el poder. Sus habitantes han manifestado tanto su desencanto con Assad como su temor ante el avance de Israel y otras fuerzas.
Walid Jumblatt, consciente de estos desafíos, parece decidido a desempeñar un papel en la reconfiguración del mapa político de la región, una vez más colocando a los drusos en el centro de la discusión.
