El renacer de Rocky: un oso rescatado de la crueldad en Pakistán
Rocky, un oso negro de 7 años, fue rescatado tras sufrir abusos en 35 peleas ilegales y ahora recibe atención médica en Islamabad.
Un rescate necesario
Pakistán ha sido testigo de numerosos casos de maltrato animal, y Rocky, un oso negro de 7 años, es el ejemplo más reciente de esta brutal realidad. Después de haber sido obligado a participar en 35 peleas ilegales en Punjab, las autoridades locales decidieron intervenir para salvarlo.
El problema del uso de osos en peleas con perros en Pakistán no es nuevo. A pesar de ser una práctica ilegal, sigue ocurriendo en algunas regiones del país. Según informes de Four Paws, una organización de bienestar animal que colaboró en el rescate de Rocky, estos osos suelen ser mantenidos en condiciones deplorables, sufriendo abusos constantes.
Las secuelas del abuso
Rocky llegó a Islamabad en condiciones alarmantes. Veterinarios que lo atendieron reportaron que el oso presentaba una fractura en la mandíbula, había perdido todos sus dientes y tenía múltiples heridas en sus orejas producto de las mordeduras sufridas en las peleas.
El Dr. Amir Khalil, uno de los veterinarios que intervino en su recuperación, explicó que uno de los momentos más significativos fue el retiro de su cadena y anillo en la nariz, una práctica común en estos osos, utilizada para controlarlos a la fuerza.
Un problema persistente en Pakistán
Este caso no es único en Pakistán, un país con antecedentes de negligencia hacia el bienestar animal. Uno de los ejemplos más notorios fue el caso de Kaavan, un elefante que pasó 35 años en soledad en un zoológico en Islamabad antes de ser trasladado a un santuario en Camboya en 2020.
Además, en diciembre del año pasado, otro elefante falleció en un safari park pocas semanas después de ser reunido con su hermana. Estos eventos resaltan las deficiencias en el cuidado de los animales en el país y la falta de regulaciones efectivas para su bienestar.
El futuro de Rocky
Rocky ahora se encuentra en un santuario donde recibirá la atención médica que necesita. Aunque su recuperación no será fácil, los expertos esperan que pueda adaptarse a un entorno libre de violencia y abuso.
El rescate de Rocky es un recordatorio de la importancia de defender los derechos de los animales y erradicar las prácticas crueles que, lamentablemente, todavía persisten en diversas partes del mundo.