Ejecución por escuadrón de fusilamiento en EE.UU.: Un método que regresa después de 15 años

El regreso de un método polémico

Estados Unidos vuelve a estar en el centro del debate sobre la pena de muerte con la inminente ejecución de Brad Sigmon en Carolina del Sur mediante escuadrón de fusilamiento, una modalidad de castigo capital que no se ha utilizado en el país en casi 15 años. Desde la reinstauración de la pena de muerte en 1976, cinco métodos han sido empleados: inyección letal, electrocución, gas letal, escuadrón de fusilamiento y ahorcamiento. Sin embargo, la mayoría de las ejecuciones han sido realizadas con inyección letal, a pesar de los problemas que han surgido con esta técnica.

La inyección letal: el método predominante

Desde 1976, se han llevado a cabo 1,428 ejecuciones mediante inyección letal en Estados Unidos, siendo Texas el estado con más casos registrados (593 ejecuciones). Este método se basa en la administración de una mezcla letal de drogas a través de una aguja insertada en una vena del condenado.

A pesar de su popularidad, la inyección letal ha enfrentado múltiples problemas, incluidos retrasos por la dificultad de encontrar venas adecuadas, obstrucciones en las agujas y la escasez de los fármacos necesarios, lo que ha llevado a algunos estados a buscar alternativas.

Otras formas de ejecución en EE.UU.

Electrocución: Nueve estados todavía autorizan el uso de la silla eléctrica, aunque su uso ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. Desde el 2000, solo se han llevado a cabo 19 ejecuciones mediante electrocución.

Gas letal: Este método se ha utilizado en 11 ocasiones entre 1979 y 1999. Alabama lo revivió recientemente al usar gas nitrógeno en febrero de 2024.

Ahorcamiento: Aunque fue el método de ejecución más común en EE.UU. hasta los años 1890, solo tres personas han sido ejecutadas por ahorcamiento en la era moderna de la pena de muerte.

El escuadrón de fusilamiento: un método raro pero vigente

Desde 1977, solo tres ejecuciones se han llevado a cabo mediante escuadrón de fusilamiento, todas en Utah. Actualmente, cinco estados autorizan su uso: Idaho, Misisipi, Oklahoma, Carolina del Sur y Utah. Sin embargo, este método es generalmente reservado como una opción secundaria en caso de que la inyección letal no sea posible.

En un escuadrón de fusilamiento tradicional, el condenado es atado a una silla con un blanco sobre su corazón y un grupo de oficiales dispara desde una distancia de 6 a 7.6 metros.

Implicaciones legales y éticas

El resurgimiento de este método ha sido objeto de duras críticas por parte de organizaciones de derechos humanos. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha calificado la medida de «bárbara» y «contraria a los principios de humanidad y dignidad».

Por otro lado, defensores de la pena de muerte argumentan que es una alternativa más rápida y efectiva en comparación con la inyección letal, que ha resultado en ejecuciones fallidas y prolongadas.

El caso de Brad Sigmon

Brad Sigmon, condenado por el brutal asesinato de los padres de su exnovia en 2001, será el primero en enfrentar un pelotón de fusilamiento en EE.UU. en más de una década, marcando un momento histórico en la aplicación de la pena capital en el país.

Mientras el debate sigue, la ejecución de Sigmon en Carolina del Sur traerá el tema de la pena de muerte nuevamente al centro de la discusión pública, reavivando tanto el apoyo como la oposición a esta controversial práctica.