La confianza del consumidor en EE.UU. se desploma: señales de recesión y sus implicaciones

El índice de confianza del consumidor cae a su nivel más bajo en cuatro años, afectando mercados y aumentando la incertidumbre económica.

Un desplome inesperado en la confianza del consumidor

La confianza del consumidor en Estados Unidos sufrió en febrero su mayor caída en más de cuatro años. De acuerdo con el Conference Board, el índice de confianza del consumidor descendió de 105.3 en enero a 98.3 en febrero, mucho más de lo esperado por los economistas que pronosticaban una lectura de 103.

Esta caída de siete puntos representa el declive mensual más grande desde agosto de 2021 y ha desencadenado reacciones negativas en los mercados financieros. Tras la publicación del informe, el S&P 500 cayó un 0.8%, el Dow Jones Industrial Average se deslizó un 1.7% y el Nasdaq perdió un 1.6%.

Factores detrás del declive

Los consumidores expresaron crecientes preocupaciones sobre la inflación y las políticas económicas, con un marcado incremento en las menciones a los efectos de los aranceles comerciales. Según el informe del Conference Board, el indicador que evalúa las expectativas a corto plazo relacionadas con ingresos, negocios y el mercado laboral cayó 9.3 puntos hasta los 72.9. Un nivel inferior a 80 suele ser visto como una señal de posible recesión.

Adicionalmente, el porcentaje de consumidores que prevé una recesión en el próximo año alcanzó su nivel más alto en nueve meses.

Impactos en el mercado laboral y el comercio

Otro dato preocupante es la caída en la visión de las condiciones laborales actuales, con una disminución de 3.4 puntos hasta 136.5. Los consumidores también se mostraron menos optimistas sobre sus perspectivas futuras de empleo, con el nivel de pesimismo en este rubro alcanzando un máximo de diez meses.

El comercio minorista se contrajo de manera significativa en enero. Las ventas al por menor disminuyeron un 0.9% en comparación con diciembre, siendo el mayor retroceso en un año. Algunos analistas atribuyen la caída a condiciones climáticas adversas, pero otros advierten que la incertidumbre del consumidor y elecciones de gasto más cautelosas han incidido en la reducción del consumo.

Inflación persistente y la postura de la Reserva Federal

La inflación sigue siendo un problema persistente, lo que ha llevado a la Reserva Federal a adoptar un enfoque más cauteloso con respecto a los tipos de interés. En su última reunión, el banco central mantuvo estable su tasa de interés después de haberla reducido en los tres encuentros anteriores. Las autoridades monetarias han mostrado incertidumbre respecto a los efectos de las políticas económicas de la actual administración sobre la estabilidad financiera.

El golpe a las pequeñas empresas

Las pequeñas empresas también resienten la incertidumbre económica. Según un sondeo mensual de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB), el índice de incertidumbre subió 14 puntos en enero, llegando a 100, uno de los niveles más altos jamás registrados.

Aunque el optimismo entre pequeños empresarios sigue por encima del promedio de 51 años, con un índice de 102.8, las dificultades para contratar personal calificado y la inflación siguen siendo grandes obstáculos. Un 18% de los pequeños empresarios identificaron la inflación como su mayor problema.

Repercusiones en los mercados financieros

El impacto de la caída en la confianza del consumidor no solo ha afectado el mercado de valores, sino también el mercado de criptomonedas. Bitcoin cayó por debajo de los 90,000 dólares, marcando una fuerte corrección después de haber alcanzado los 106,000 dólares tras la toma de posesión de Donald Trump. La volatilidad del mercado de criptos ha generado nerviosismo entre los inversores.

¿Se avecina una nueva recesión?

Expertos advierten que la combinación de menor confianza del consumidor, una caída en las ventas minoristas y una inflación persistente pueden indicar una desaceleración económica inminente. Economistas como Carl Weinberg de High Frequency Economics han señalado que “todos los indicadores reflejan una caída en la confianza del consumidor y empresarial, lo que hace prever una economía en desaceleración”.

Dado que el consumo representa aproximadamente dos tercios de la actividad económica de EE.UU., una tendencia a la baja en la confianza y el gasto puede ser un presagio de tiempos difíciles. Con una Reserva Federal dubitativa y un mercado incierto, la economía estadounidense se encuentra en un punto crucial en 2024.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press