Elecciones en Carolina del Norte: Una batalla de impugnaciones y retrasos

La contienda por un puesto en la Corte Suprema de Carolina del Norte sigue sin resolverse, mientras los candidatos y las cortes enfrentan un proceso de apelaciones clave.

Un proceso electoral sin resolución

Las elecciones de noviembre en Carolina del Norte aún no han determinado un ganador definitivo para la contienda por un asiento en la Corte Suprema del estado. La candidata demócrata, la jueza Allison Riggs, mantiene una mínima ventaja de solo 734 votos sobre su contendiente republicano, el juez Jefferson Griffin. Sin embargo, la situación sigue incierta debido a las impugnaciones de Griffin, quien ha solicitado la eliminación de más de 65,000 votos emitidos anticipadamente o por correo.

La estrategia de Griffin: impugnaciones masivas

Jefferson Griffin y su equipo legal han presentado argumentos cuestionando la validez de los votos de aquellos electores cuyos registros de inscripción carecen de datos completos, como el número de licencia de conducir o los últimos cuatro dígitos de su número de Seguro Social. Otras papeletas en disputa incluyen aquellas de votantes en el extranjero, algunos sin residencia previa en los EE. UU., así como boletas de militares u otros ciudadanos en el extranjero que no adjuntaron una copia de una identificación con fotografía.

Decisiones judiciales y desacuerdo entre las cortes

En febrero, un juez de primera instancia rechazó las protestas de Griffin, manteniendo la validez de los votos cuestionados. La campaña del republicano apeló esta decisión ante la Corte de Apelaciones, cuyo proceso de revisión aún está en curso con fechas límite para la presentación de documentos extendiéndose hasta marzo.

El Consejo Estatal de Elecciones solicitó a la Corte Suprema de Carolina del Norte que tomara el caso de inmediato para acelerar una resolución definitiva, pero la solicitud fue denegada por una mayoría de 4 a 2, con la jueza Riggs absteniéndose por conflicto de interés. En su negativa, los jueces argumentaron que no podrían tomar una decisión sin un análisis más profundo de la Corte de Apelaciones.

El impacto político y la creciente incertidumbre

La demora en la resolución del caso genera incertidumbre en el ámbito político del estado, dado que el resultado podría modificar la composición de la Corte Suprema de Carolina del Norte. Actualmente, los republicanos poseen la mayoría en ese tribunal, lo que representa un elemento crucial en la interpretación de leyes electorales y constitucionales estatales.

Si la Corte de Apelaciones revierte la decisión del tribunal inferior, Griffin podría ganar la impugnación en el Supremo sin necesidad de una mayoría de votos consolidada por los jueces allí presentes, lo que complicaría aún más la situación para los demócratas.

¿Fraude electoral o maniobra política?

Las impugnaciones son vistas de manera dividida. Mientras los republicanos argumentan que garantizar la validez de los votos es esencial para la integridad electoral, los demócratas sostienen que se trata de tácticas para suprimir el voto de ciertos grupos de electores. Un abogado del Consejo Estatal de Elecciones afirmó que al menos la mitad de los votantes que están siendo impugnados sí proporcionaron la información requerida, lo que pone en duda la solidez del caso de Griffin.

El factor federal y la posible intervención de tribunales superiores

Aunque el caso se encuentra mayormente en el ámbito estatal, la jueza Riggs tiene una opción legal adicional: recurrir a los tribunales federales si la Corte Suprema de Carolina del Norte llegara a invalidar su victoria. Un tribunal federal de apelaciones ha señalado que Riggs podría apelar basándose en leyes federales de derechos electorales si lo considera necesario.

“No importa cuánto tiempo tome este proceso, seguiré defendiendo nuestra Constitución estatal y federal, así como las libertades fundamentales de los ciudadanos de Carolina del Norte”, declaró Riggs tras la reciente decisión del Supremo estatal.

Un precedente peligroso para futuras elecciones

El resultado de este caso podría sentar un precedente relevante para futuras elecciones en Carolina del Norte y en el país. La manera en que los tribunales manejen esta disputa determinará el peso de las impugnaciones en procesamientos electorales venideros. ¿Estamos ante una nueva era de litigios post-electorales cada vez más prolongados y politizados?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press