Baileigh Sinaman-Daniel: La jugadora con un brazo que hace historia en el baloncesto universitario
Tras ser rechazada en su equipo de secundaria, Baileigh luchó contra las adversidades para dejar huella en la NCAA División III.
Un rechazo que encendió la chispa de la perseverancia
Baileigh Sinaman-Daniel tenía un sueño: jugar baloncesto universitario. Sin embargo, su camino no fue fácil. Durante años jugó en su equipo de secundaria en Mountain View High School, pero en su último año fue cortada del equipo. Su entrenador le dijo que “no la necesitaban”.
Esa noticia fue devastadora para Baileigh. Durante dos días, lloró sin cesar, sintiéndose abatida y sin rumbo. Pero en lugar de detenerse, tomó una decisión audaz: demostrar que sí era capaz de jugar a nivel universitario.
“Pensé para mí misma: puedo hacer esto en la universidad. ¿Qué me detiene?”, recuerda Baileigh. Así que comenzó a enviar correos electrónicos a cientos de entrenadores de diferentes universidades, sin importar en qué división jugaran. Sólo buscaba una oportunidad.
De la incertidumbre al éxito en Lesley University
Su persistencia rindió frutos cuando Martin Rather, entrenador de Lesley University en Cambridge, Massachusetts, notó su esfuerzo. Luego de jugar dos años en Warren Wilson College, Baileigh ingresó al portal de transferencias y encontró en Lesley una nueva oportunidad.
Rather quedó impresionado por su ética de trabajo y determinación. La describió como una de las atletas más dedicadas de su equipo, alguien que realizaba más sesiones de entrenamiento individual que cualquier otro jugador del plantel.
El esfuerzo valió la pena cuando en un partido de la temporada 2024, Baileigh se convirtió en la primera jugadora con un solo brazo en anotar en un juego de la NCAA División III. Su tiro, desde cerca de la línea de tres puntos, pasó limpiamente por la red, sin tocar el aro.
“Cuando la pelota entró, me sorprendí”, explicó Baileigh emocionada. “No esperaba que encestara tan fluidamente”.
Celebrando un momento histórico
El histórico momento hizo que Rather pidiera un tiempo fuera para que el equipo pudiera celebrar con Baileigh. “Mi primer pensamiento fue: ‘Esto es historia y necesitamos detenernos un momento para apreciarlo’”, explicó el entrenador.
Sus compañeras la rodearon, la felicitaron y celebraron con ella. Era un reconocimiento al arduo trabajo y la dedicación que la jugadora había puesto en su desarrollo.
Un modelo a seguir en el baloncesto universitario
No es común ver jugadores con un solo brazo competir a nivel universitario. De hecho, en la actualidad hay muy pocos atletas en situaciones similares. La figura más conocida es Hansel Emmanuel, un jugador de la División I en Austin Peay, cuyo entrenador lo describe como “la mayor inspiración en los deportes universitarios”.
Baileigh, quien mide 1.67 metros, ha encontrado su propio camino en un deporte donde la técnica y el equilibrio suelen ser esenciales. Debido a que no puede utilizar ambas manos, ha desarrollado métodos de entrenamiento únicos para compensar sus limitaciones y mejorar sus habilidades fundamentales.
“Recibir pases, dar un buen pase o encontrar la mejor forma de lanzar han sido desafíos que he tenido que ajustar con el tiempo”, señala Baileigh.
Pero su impacto va mucho más allá de la cancha. Baileigh espera que su historia inspire a otras personas que enfrentan desafíos similares, mostrándoles que nada es imposible si se esfuerzan lo suficiente.
Una inspiración dentro y fuera de la cancha
En su segundo año en Lesley, Baileigh ha continuado superándose y recientemente anotó su segundo tiro universitario durante un partido que coincidió con su cumpleaños, agregando un significado aún más especial a la temporada.
Además de ser jugadora de baloncesto, Baileigh estudia psicología en la universidad cerca de Boston. Su meta es ayudar a otras personas y demostrar que los límites muchas veces son autoimpuestos.
“Cuando la gente me mira, quiero que me vean por lo que soy: Baileigh, la jugadora de baloncesto; alguien dispuesta y capaz de hacer lo mismo que cualquier otra persona”, afirma con orgullo.
Por su parte, su entrenador Martin Rather enfatiza la importancia de normalizar la diversidad en los deportes: “Estamos demostrando que podemos ganar y tener jugadores de alta calidad que quizá no se vean como el resto de los atletas en el equipo”, señala.
Baileigh Sinaman-Daniel continúa desafiando las expectativas y rompiendo barreras, una canasta a la vez.