Bertha Hope y el legado del jazz: Un reconocimiento merecido
La pianista de 88 años es una de las primeras en recibir la beca Jazz Legacies Fellowship, una iniciativa destinada a preservar la historia del jazz y apoyar a sus pioneros.
Un talento cultivado desde la infancia
Bertha Hope tenía solo tres años cuando, sin instrucción formal, tocó de oído la “Canción de cuna” de Brahms en el piano. Sus padres, ambos artistas, quedaron impresionados y decidieron fomentar su talento. Décadas después, Hope se ha consolidado como una de las figuras más prominentes del jazz, con una carrera que abarca giras internacionales, grabaciones y la preservación del legado de su difunto esposo, el pianista Elmo Hope.
Un reconocimiento largamente esperado
A sus 88 años, Bertha Hope es una de las primeras en recibir la beca Jazz Legacies Fellowship, un programa financiado con $15 millones por la Fundación Mellon y la Jazz Foundation of America. Esta iniciativa otorgará a 50 músicos mayores de 62 años un premio a la trayectoria que incluye un fondo de $100,000, apoyo profesional y oportunidades de presentación.
“Es un honor increíble y muy conmovedor”, expresó Hope al recibir la noticia. “Cambiará mi vida para siempre”.
El sacrificio de los músicos de jazz
A diferencia de artistas de otros géneros que amasan fortunas, los músicos de jazz enfrentan una realidad diferente. La mayoría debe complementar sus ingresos con conciertos y enseñanza, muchas veces a costa de su propio tiempo. Este premio no solo reconoce el talento de estos artistas, sino que también les da estabilidad en una profesión inestable.
Preservando el legado del jazz
Hope planea utilizar parte de su beca para rescatar grabaciones almacenadas en el estudio Boogie Woogie Studio de Nueva York, el cual operaba su segundo esposo, el bajista Walter Booker, famoso por tocar con Sarah Vaughan y Cannonball Adderley.
“Han estado guardadas en mi armario por tanto tiempo”, comentó Hope. “Me gustaría ver si valen la pena ser salvadas”.
Un esfuerzo conjunto por la historia del jazz
La iniciativa Jazz Legacies Fellowship es parte de una inversión mayor de $35 millones de la Fundación Mellon en apoyo al jazz. Además de esta beca, parte de los fondos se canalizarán a organizaciones clave como el Ellis Marsalis Center en Nueva Orleans, el Afro Latin Jazz Alliance en Nueva York y el Pittsburgh International Jazz Festival.
Reflejando la historia de Estados Unidos
Para Bertha Hope, la historia del jazz es inseparable de la historia de Estados Unidos. “Desde mi punto de vista, el jazz no pudo nacer en otro lugar”, afirmó. “Surgió por la esclavitud y por el contacto entre blancos y negros, siempre buscando formas de ser libres”.
Hacia un futuro con reconocimiento y estabilidad
Jason Moran, pianista y diseñador del programa junto a músicos como Christian McBride, Arturo O’Farrill y Esperanza Spalding, destaca la importancia del reconocimiento a los pioneros del género. “Estos maestros crearon el lenguaje que nosotros, los músicos jóvenes, hemos adoptado”, comentó.
Joe Petrucelli, director ejecutivo de la Jazz Foundation of America, enfatizó la necesidad de brindar estabilidad financiera a los músicos de jazz: “No hay plan de retiro, el acceso a cobertura de salud es insuficiente y la vida de estos artistas es precaria. Queremos hacerles la vida más fácil en la medida de lo posible”.
La beca no solo es un reconocimiento al legado de músicos como Bertha Hope, sino que también busca garantizar que su contribución a la música no sea olvidada.
Lista de los primeros 20 beneficiarios
- George Cables (80), pianista
- Valerie Capers (89), pianista
- George Coleman (89), saxofonista
- Akua Dixon (76), chelista
- Manty Ellis (92), guitarrista
- Billy Hart (84), baterista
- Tom Harrell (78), trompetista
- Bertha Hope (88), pianista
- Roger Humphries (80), baterista
- Carmen Lundy (70), vocalista
- Amina Claudine-Myers (82), pianista
- Roscoe Mitchell (84), multiinstrumentista
- Johnny O’Neal (68), pianista
- Shannon Powell (62), baterista
- Julian Priester (89), trombonista
- Dizzy Reece (94), trompetista
- Herlin Riley (67), baterista
- Michele Rosewoman (71), pianista
- Dom Salvador (86), pianista
- Reggie Workman (87), bajista
Esta iniciativa nos recuerda que el jazz sigue evolucionando, pero sin olvidar a quienes sentaron sus bases. Así como Bertha Hope y sus colegas, el jazz es resistencia, es historia y es el reflejo de una lucha por la libertad.