El diagnóstico de autismo en adultos: Un camino complicado pero valioso
Cada vez más adultos descubren que viven en el espectro autista, pero obtener un diagnóstico puede ser un desafío costoso y largo.
Una revelación tardía, pero transformadora
Durante años, Natasha Nelson, una emprendedora de 35 años de Georgia, sintió que su forma de interactuar con el mundo era diferente. No entendía por qué la gente se preocupaba por pequeñas convenciones sociales como el 'small talk' o hacer la cama. Su vida parecía estar en caos constante, hasta que, tras el diagnóstico de su hija menor con autismo, decidió buscar respuestas para sí misma. Finalmente, le confirmaron que ella también estaba en el espectro autista.
Historias como la de Natasha se han vuelto cada vez más comunes. En los últimos años, un aumento significativo en diagnósticos de autismo en adultos ha llevado a muchas personas a cuestionarse si su forma de ser ha estado influenciada por un neurodesarrollo diferente.
¿Qué es el autismo y cómo se diagnostica?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y ciertos patrones de comportamiento. Se manifiesta en dificultades para interpretar señales sociales, la preferencia por rutinas rígidas y la fijación en ciertos intereses.
Tradicionalmente, se diagnostica en la infancia, con expertos recomendando pruebas a partir de los 18 meses de edad. Sin embargo, muchos casos pasan desapercibidos en la niñez y solo se vuelven evidentes en la adultez, cuando las demandas sociales aumentan.
Un aumento en los diagnósticos adultos
Según un estudio publicado en JAMA Network Open, entre 2011 y 2022 se registró un aumento del 452% en los diagnósticos de autismo en adultos de 26 a 34 años. Este incremento puede atribuirse a diversos factores:
- Mayor conciencia sobre el autismo en la sociedad.
- Más adultos buscando respuestas tras el diagnóstico de un hijo.
- Exposición a testimonios similares en redes sociales.
- Un mejor entendimiento de cómo se manifiesta el autismo en personas de alto funcionamiento.
Los desafíos de diagnosticar el autismo en la adultez
Aunque muchas personas sospechan que podrían estar dentro del espectro autista, obtener un diagnóstico no es fácil. En primer lugar, hay pocos especialistas dedicados a diagnosticar a adultos, lo que genera largas listas de espera. Además, el proceso puede ser costoso. En el caso de Natasha Nelson, el diagnóstico tomó tres años y le costó más de $3,000 dólares de su bolsillo.
El diagnóstico generalmente se lleva a cabo mediante una evaluación psiquiátrica con entrevistas a la persona y, cuando es posible, testimonios de familiares o personas cercanas que puedan confirmar que ciertos síntomas estuvieron presentes desde la infancia. También existen pruebas estandarizadas, aunque ningún examen de sangre o escaneo cerebral puede formalmente diagnosticar el autismo.
¿Cómo es el autismo en adultos?
El autismo se manifiesta de forma diferente en cada persona. Algunos de los signos que pueden pasar desapercibidos hasta la adultez incluyen:
- Dificultad para entender o interpretar el lenguaje corporal y expresiones faciales.
- Problemas con la reciprocidad en conversaciones.
- Desagrado por cambios en rutinas o imprevistos.
- Fijación intensa en ciertos temas o hobbies.
- Hipersensibilidad a sonidos, luces o texturas.
- Sentirse diferente en entornos sociales sin entender el por qué.
El impacto de vivir sin un diagnóstico
Muchas personas con autismo sin diagnosticar pueden haber pasado su vida sintiéndose fuera de lugar, esforzándose en 'enmascarar' sus comportamientos para encajar, lo que puede provocar ansiedad, depresión e incluso agotamiento extremo. Según el psicólogo Whitney Ence, muchas personas desarrollan estrategias de compensación sin darse cuenta, suprimiendo ciertos impulsos en público pero dejándolos salir en privado.
Russell Lehmann, un conferencista de 34 años diagnosticado desde joven, comparte que aunque ciertas rutinas pueden darle estabilidad, en otras ocasiones se convierten en una carga. 'Si no voy al gimnasio por una hora y media, siento que el día no tiene sentido', explica.
¿Vale la pena buscar un diagnóstico?
Para quienes sospechan que pueden estar en el espectro, la pregunta clave es: ¿obtener un diagnóstico mejorará mi calidad de vida? Algunas razones por las cuales buscar un diagnóstico pueden incluir:
- Acceso a terapias o servicios especializados.
- Mayor entendimiento de uno mismo y sus necesidades.
- Explicaciones sobre desafíos personales previos.
- Comunidad y apoyo a través de grupos de personas neurodivergentes.
Aun así, el diagnóstico debe ser una elección personal. Para algunos, simplemente aprender más sobre el autismo y sus características puede ser suficiente para replantear su propia identidad y formas de interactuar con el mundo sin necesidad de una etiqueta oficial.