Rusia avanza en el Donbás mientras la incertidumbre crece en Ucrania
La captura de Berezivka marca otro golpe para las fuerzas ucranianas en un contexto de debilitamiento militar y dudas sobre el apoyo de Occidente.
El nuevo frente de la guerra en el Donbás
Las fuerzas rusas han tomado el control de Berezivka, una pequeña localidad en la región de Donetsk, consolidando su estrategia de avances graduales en el frente oriental de Ucrania. Aunque en términos geográficos la conquista pueda parecer menor, representa un paso más en la lenta pero constante ofensiva rusa que ha ido desgastando las defensas ucranianas a lo largo del último año.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el sábado la toma de la localidad, una acción que sigue la pauta de brutales bombardeos sobre los asentamientos ucranianos antes de las incursiones terrestres. Según informes de expertos militares, Rusia ha intensificado el uso de bombas planeadoras de 1.300 kilos, artillería pesada y ataques con drones para debilitar a las fuerzas defensoras antes del asalto final.
Ucrania entre la presión militar y la incertidumbre política
Uno de los factores que ha complicado la resistencia ucraniana es la incertidumbre sobre el futuro del apoyo militar de Estados Unidos. La reciente declaración del expresidente Donald Trump sobre su posible encuentro con el líder ruso Vladímir Putin para negociar la paz ha generado preocupación en Kiev y en varias capitales europeas. En el contexto de un posible cambio en la Casa Blanca, Ucrania teme que el respaldo militar y logístico occidental se vea comprometido.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aprovechó la Conferencia de Seguridad de Múnich para lanzar un mensaje contundente: “Europa no puede descartar la posibilidad de que Estados Unidos le diga ‘no’ en temas que amenacen su seguridad”. En este sentido, Zelenski propuso la creación de unas “fuerzas armadas de Europa” para garantizar la seguridad del continente sin dependencia absoluta de Washington.
Chernóbil bajo ataque: Temores de una crisis nuclear
En paralelo a los avances en Donetsk, Ucrania denunció un ataque con drones sobre la central nuclear de Chernóbil, un lugar que desde el inicio de la invasión ha despertado temores sobre posibles catástrofes radiológicas. Según la Agencia Estatal Ucraniana para la Gestión de Zonas de Exclusión, el impacto de un dron con carga explosiva ocasionó daños en la estructura externa de la central, aunque los niveles de radiación no se vieron alterados.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que la contención interna del reactor no fue comprometida, pero el hecho subraya los riesgos permanentes que implica el uso de drones en zonas altamente sensibles.
Equilibrio de poder: La guerra de drones entre Rusia y Ucrania
La guerra en Ucrania también se ha convertido en un campo de batalla clave para la evolución de la guerra con drones. Moscú ha intensificado los ataques con aeronaves no tripuladas, enviando 70 drones en un solo día sobre territorio ucraniano. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, 33 de estos drones fueron derribados y otros 37 fueron neutralizados mediante guerra electrónica.
Por su parte, Rusia reportó haber interceptado 40 drones ucranianos sobre regiones occidentales y suroccidentales de su territorio. Si bien ambas partes enfatizan el impacto táctico de estos ataques, está claro que la balanza se inclina a favor de Rusia, dado su mayor capacidad de producción y suministro de armas.
El Donbás y el futuro de la guerra
A medida que Rusia avanza lentamente sobre el Donbás, el conflicto parece encaminarse a una etapa de desgaste prolongado. La carencia de una estrategia de contraataque sólida por parte de Ucrania, sumada a las dudas sobre el apoyo de Occidente, podría abrir la puerta a una consolidación de los avances rusos en la región.
El Kremlin persigue el control total de Donetsk y Lugansk, una ambición que ha costado miles de vidas y una enorme cantidad de recursos, pero que hasta ahora avanza de manera sistemática. La pregunta clave es si Kiev logrará una reorganización interna y el respaldo internacional necesario para frenar la ofensiva antes de que Rusia logre una victoria total en el este.
