Texas quiere ser la nueva capital del cine: ¿una apuesta millonaria o un sueño imposible?
El estado busca competir con Hollywood con incentivos históricos para la industria del cine, pero enfrenta escepticismo y oposición legislativa.
Una inversión sin precedentes
Texas ha decidido dar un paso audaz para convertirse en el epicentro de la industria cinematográfica. El Senado del estado ha propuesto destinar 498 millones de dólares para revitalizar su programa de incentivos para la producción audiovisual, una cifra récord que deja atrás los 200 millones de dólares asignados en el último ciclo legislativo. La propuesta incluye 48 millones en subvenciones para producciones pequeñas y comerciales, mientras que hasta 450 millones se ofrecerán en créditos fiscales si se aprueba un proyecto de ley específico. Según el teniente gobernador Dan Patrick, esta es una oportunidad única para atraer grandes producciones al estado.El entusiasmo del sector y su impacto económico
Para quienes trabajan en la industria del cine en Texas, esta propuesta es un sueño hecho realidad. Brian Gannon, director de la Comisión de Cine de Austin, califica el momento como una “alineación de estrellas” entre los intereses del gobierno y la industria creativa. El impacto de los rodajes en la economía local es innegable. En Smithville, una pequeña ciudad a 40 millas de Austin, el rodaje de *Hope Floats* en 1998 sigue atrayendo turistas a los restaurantes y comercios locales. La producción cinematográfica genera empleos, impulsa la construcción de infraestructuras y fortalece el sector servicios. Según la Comisión de Cine de Texas, el programa de incentivos ha creado 182,000 empleos en el estado y ha generado 2.52 mil millones de dólares en gasto local. Cada dólar invertido en incentivos genera 4.69 dólares en la economía texana.Una competencia feroz con otros estados
A pesar de estos esfuerzos, Texas enfrenta dura competencia de estados como Georgia y Nuevo México, que han perfeccionado sus programas de incentivos. Desde que el exgobernador Rick Perry implementó el programa texano en 2007, otros estados han aumentado sus inversiones para atraer producciones. El mayor atractivo de otros lugares son sus reembolsos fiscales más generosos. Taylor Sheridan, creador de la exitosa franquicia *Yellowstone*, ha lamentado que su película *Hell or High Water* tuviera que filmarse en Nuevo México debido a un incentivo del 30% de reembolso.El papel de las celebridades
Varios actores famosos han salido en defensa de la propuesta de incentivos para el cine. Un anuncio titulado *True to Texas* cuenta con la participación de Matthew McConaughey, Dennis Quaid, Woody Harrelson, Renée Zellweger y Billy Bob Thornton, quienes instan a los legisladores a convertir el estado en la “nueva Hollywood”. Los actores argumentan que quieren contar historias auténticamente texanas en Texas, y para ello necesitan apoyo del gobierno estatal. Esta campaña podría incentivar la aprobación de los incentivos y reforzar la identidad cinematográfica del estado.Escépticos y detractores
Sin embargo, no todos están convencidos de que esta inversión sea la mejor manera de gastar los fondos públicos. Algunos legisladores republicanos critican la medida, argumentando que subsidia a una industria que podría operar sin ayudas gubernamentales. El representante estatal Daniel Alders cuestiona la asignación de fondos: “500 millones de dólares no deberían destinarse a la industria del entretenimiento cuando hay otras necesidades más urgentes”. Además, hay dudas sobre la rentabilidad de los incentivos. Michael Thom, experto en impuestos de la Universidad del Sur de California, señala que los programas similares en otros estados no han demostrado un impacto económico significativo a largo plazo.El dilema de la reputación y la censura
Otro aspecto que genera controversia es la discreción del programa para rechazar incentivos a producciones que presenten a Texas en una luz negativa. En 2010, el estado negó una subvención a *Machete* de Robert Rodríguez debido a su crítica social. Algunos funcionarios temen que los fondos terminen apoyando contenido “anti-cristiano” o “woke”, según declaraciones del comisionado agrícola Sid Miller. Este debate podría volverse un obstáculo importante en el camino hacia la aprobación del presupuesto.Un futuro incierto
Aunque la propuesta de incentivos es una apuesta ambiciosa para consolidar a Texas como un referente cinematográfico, aún enfrenta múltiples obstáculos legislativos y críticos que presionan por una asignación diferente de los recursos. Por ahora, la atención del mundo del cine está puesta en Texas. La pregunta es si los legisladores le darán luz verde a la iniciativa o si la industria seguirá buscando nuevas oportunidades en otros estados. Este artículo fue redactado con información de Associated Press