La crisis de lesiones en el fútbol moderno: ¿un calendario insostenible?
El aumento de partidos y la sobrecarga de trabajo están dejando a las estrellas del fútbol en la enfermería
El mundo del fútbol está en crisis, y no hablamos de resultados, sino de salud. La lista de lesionados en los grandes equipos europeos se está volviendo cada vez más extensa, y los entrenadores empiezan a alzar la voz contra un calendario que parece estar llevando al límite a los jugadores.
Las lesiones de larga duración se multiplican
Uno de los casos más recientes es el de Manuel Akanji, defensor del Manchester City, quien estará fuera de actividad por hasta 10 semanas tras someterse a una cirugía por una lesión muscular sufrida en el partido contra el Real Madrid en la Champions League.
Pero el caso de Akanji no es aislado. En el Arsenal, Kai Havertz sufrió una grave lesión en los isquiotibiales y será baja para el resto de la temporada. A él se suman las ausencias de Gabriel Jesus, quien sufrió la ruptura del ligamento cruzado, Bukayo Saka y Gabriel Martinelli, ambos con problemas musculares.
¿El calendario es el culpable?
El entrenador del Arsenal, Mikel Arteta, no tiene dudas: las lesiones están directamente relacionadas con la sobrecarga de partidos. “Tenemos jugadores que han jugado 130 partidos en dos años. En algún momento, una lesión era una bomba de tiempo esperando a explotar”, declaró el técnico.
La situación es preocupante. La reciente reforma de la Champions League que añadió dos partidos adicionales a la fase de grupos, sumada a la expansión de torneos como el Club World Cup, obligan a los jugadores a disputar más encuentros sin el debido tiempo de recuperación.
El impacto en el rendimiento
Arteta también destacó que los jugadores entrenan menos que nunca, ya que la constante seguidilla de partidos impide realizar sesiones de trabajo adecuadas para fortalecer los músculos. “El músculo está infratrabajado y luego lo expones a un nivel de estrés que no puede soportar”, explicó.
Esto afecta especialmente a los futbolistas explosivos, como extremos y delanteros, que dependen de su velocidad y cambios de ritmo. La falta de entrenamientos específicos y la sobreexigencia competitiva están llevando a un aumento sin precedentes en las lesiones musculares.
Los jugadores alzan la voz
Las quejas han llegado hasta los propios futbolistas. Varios han manifestado públicamente su descontento con el ritmo imparable de competiciones. Algunos han sugerido la posibilidad de una huelga o incluso de acciones legales para frenar la creciente carga de trabajo.
En esa línea, la FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, ha advertido en repetidas ocasiones sobre las consecuencias de la falta de descanso y ha exigido medidas para proteger la salud de los jugadores.
¿Qué soluciones hay?
- Reducir la cantidad de partidos: Algunos abogan por limitar el número de encuentros oficiales o eliminar ciertos torneos menores.
- Mejorar la rotación de plantillas: Los equipos deben gestionar mejor sus recursos y evitar el abuso de ciertas figuras.
- Mayor tiempo de recuperación: Implementar calendarios con períodos de descanso más amplios, especialmente tras temporadas desgastantes.
- Mejor supervisión médica: Adaptar los entrenamientos a las necesidades físicas de cada jugador para evitar lesiones prevenibles.
El fútbol enfrenta un dilema: seguir con este calendario desgastante y arriesgar la integridad de los jugadores, o repensar la manera en que se estructura la competencia. Lo que está claro es que, si no se toman medidas, el espectáculo podría verse gravemente afectado en el futuro cercano.