Trump y su impacto en el futuro del Departamento de Educación en EE.UU.
Entre recortes, privatización y controversias, la educación pública bajo una posible administración de Trump
El plan de Trump: desmontar el Departamento de Educación
Desde su primera campaña presidencial en 2016, Donald Trump ha cuestionado la existencia del Departamento de Educación de EE.UU. Durante su mandato, intentó reducir su influencia y promover políticas de educación basada en la elección de los padres. Ahora, en su regreso a la contienda política, ha sugerido desmantelar la institución por completo.
Trump ha expresado que la educación debe estar bajo el control de los estados y las comunidades locales en lugar del gobierno federal. Incluso ha indicado que, de ser electa, su nominada para secretaria de Educación, Linda McMahon, debería trabajar para eliminar su propio departamento.
Reducción de presupuesto y el papel del gobierno
El Departamento de Educación maneja una gran cantidad de fondos federales destinados a la educación. Anualmente, distribuye miles de millones de dólares a escuelas y universidades y administra el portafolio de préstamos estudiantiles federales.
- 14% del presupuesto de las escuelas públicas proviene del gobierno federal.
- El Departamento gestiona $1.5 billones en deuda de préstamos estudiantiles, afectando a 40 millones de prestatarios.
En su campaña, Trump ha prometido eliminar lo que él llama contenido educativo “inapropiado” y ha propuesto recortar financiamiento a instituciones que enseñen teorías como la crítica racial o fomenten políticas de diversidad.
La lucha por los préstamos estudiantiles
Uno de los mayores debates en los últimos años ha sido la crisis de la deuda estudiantil en EE.UU. La administración de Joe Biden ha intentado aliviar esta carga a través de programas de condonación de deuda, cancelando más de $175 mil millones para 4.8 millones de prestatarios. Sin embargo, Trump calificó estos esfuerzos como “ilegales” y ha prometido detener cualquier intento similar.
Hasta ahora, Trump no ha presentado un plan detallado respecto a cómo manejaría este problema si fuera reelegido, pero ha enfatizado que cualquier condonación en el futuro será catalogada como una injusticia para quienes ya pagaron sus préstamos.
Los derechos civiles en las escuelas y universidades
El papel del Departamento de Educación también incluye la regulación de los derechos civiles en las escuelas, incluyendo la protección de estudiantes LGBTQ+ y minorías raciales. Bajo la administración de Biden, se ampliaron las protecciones bajo el Título IX para incluir identidad de género. En contraste, Trump ha prometido revertir estas acciones y ha apoyado la exclusión de los estudiantes transgénero en actividades como los deportes escolares.
Además, la administración Trump promovió la prioridad de quejas por antisemitismo dentro del sistema educativo, mientras que su campaña ha propuesto eliminar programas de diversidad en universidades y multar a las instituciones que continúen implementándolos.
El debate sobre la financiación de las escuelas públicas
En los últimos años, la idea de otorgar mayor control a los estados y fomentar la educación privada ha sido una prioridad republicana. En este sentido, iniciativas como la expansión de los vales escolares (vouchers) han buscado otorgar a los padres la posibilidad de elegir alternativa a las escuelas públicas tradicionales.
Trump ha mostrado un fuerte apoyo a estas iniciativas y ha propuesto convertir las subvenciones federales a la educación en fondos administrados por los estados, muchos de los cuales podrían eventualmente eliminar restricciones sobre cómo se usa el dinero.
Sin embargo, esto ha generado rechazo entre sectores que temen que una menor supervisión federal conduzca a la exclusión de estudiantes de bajos recursos y con discapacidades.
¿Hacia una privatización de la educación?
El modelo propuesto por Trump busca una transformación radical del sistema educativo de EE.UU., inspirado en principios de descentralización y competencia. Mientras sus críticos advierten sobre la pérdida de equidad y oportunidades, sus partidarios argumentan que permitirá una mejor enseñanza y adaptación a las necesidades de cada comunidad.
Con la elección presidencial en el horizonte, el rumbo de la educación estadounidense podría depender de quién gane en noviembre. Las propuestas de Trump sin duda generarían cambios profundos, que afectarían no solo a estudiantes y educadores, sino a todo el sistema de enseñanza del país.