Jim Guy Tucker: La caída de un gobernador atrapado en el escándalo Whitewater
De su ascenso bajo la sombra de Bill Clinton a su turbulenta renuncia entre acusaciones de fraude
Jim Guy Tucker, exgobernador de Arkansas, falleció a los 81 años debido a complicaciones de colitis ulcerosa. Su vida pública estuvo marcada por su ascenso a la gubernatura tras la salida de Bill Clinton hacia la presidencia y su caída posterior debido al famoso escándalo Whitewater.
De fiscal a gobernador
Tucker inició su carrera política en 1970 como fiscal del condado que incluía Little Rock. Posteriormente, se desempeñó como fiscal general del estado y en 1976 fue elegido congresista. Su primera incursión en la gubernatura en 1982 fue infructuosa, pero en 1990 se postuló para vicegobernador tras la decisión de Bill Clinton de buscar la reelección como gobernador. Cuando Clinton ganó la presidencia en 1992, Tucker asumió como gobernador de Arkansas.
El escándalo Whitewater y su caída
Tucker fue acusado en el marco de la investigación Whitewater dirigida por el fiscal Kenneth Starr, aunque no tenía conexión directa con el desarrollo inmobiliario en el que se basaba la investigación. En 1996, un jurado lo condenó por haber mentido sobre sus usos de un préstamo gubernamental de $150,000 destinado a la pintura de una torre de agua, pero que él usó para adquirir un sistema de agua y alcantarillado.
Su renuncia fue caótica: en 1996, anunció que dimitiría el 15 de julio, pero en el último momento intentó retractarse, generando confusión en el gobierno estatal. Fue presionado por Mike Huckabee (vicegobernador en ese entonces), quien amenazó con un juicio político si Tucker no procedía con su renuncia.
Las reacciones y su legado
Tras su condena, Tucker pasó años batallando para retirar su declaración de culpabilidad sin éxito. Sus problemas de salud, que incluían colitis ulcerosa y una enfermedad hepática, hicieron que un juez suspendiera su reclusión domiciliaria temporalmente para que pudiera someterse a un trasplante de hígado.
Bill Clinton defendió a Tucker, asegurando que la investigación Whitewater fue una cacería de brujas política que truncó sus logros como gobernador. Por otro lado, figuras como Mike Huckabee reconocieron su servicio público pero no se detuvieron en sus críticas por el escándalo.
Años después, Tucker aún lamentaba los eventos que llevaron a su renuncia, asegurando que nunca habría sido perseguido por la justicia de no haber sido por su relación con Clinton.
Una vida más allá de la política
Más allá de la política, Tucker fue un aficionado a la música y las actividades al aire libre. Su hija, Anna Ashton, recordó con cariño a su padre como un hombre aventurero y con muchos amigos.
Con la muerte de Jim Guy Tucker, se cierra el capítulo de una de las figuras más controvertidas de la política de Arkansas, un hombre que estuvo en la cima del poder solo para ver caer su carrera en un torbellino de escándalos y acusaciones políticas.