El 'sueño mexicano': Migrantes encuentran refugio en México ante las políticas de Trump
Las restricciones en EE.UU. han llevado a miles de migrantes a reconsiderar su destino y optar por la protección en México.
Un giro inesperado en la migración
Cuando Angelica Delgado abandonó Cuba con destino a México el pasado diciembre, su objetivo era claro: llegar a Estados Unidos y solicitar asilo. Sin embargo, con las recientes medidas implementadas por la administración de Donald Trump, que endurecen drásticamente las posibilidades de recibir asilo en la frontera estadounidense, Delgado y miles de migrantes más se han visto obligados a reconsiderar sus planes.
Desde enero, las solicitudes de asilo en México han experimentado un alarmante aumento, triplicando las cifras del año anterior. Este fenómeno ha sido impulsado por las estrictas políticas de inmigración de Trump, que han cerrado las puertas a quienes buscaban refugio en EE.UU. De esta manera, México se ha convertido, de forma inesperada, en el 'plan B' para muchos migrantes.
México: un nuevo horizonte para los migrantes
México no es un territorio nuevo para los migrantes. Desde hace décadas, el país ha acogido a refugiados de distintas partes del mundo, pero en años recientes esta tendencia ha cobrado mayor peso. De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), las solicitudes de asilo pasaron de 1,295 en 2013 a un récord de 140,982 en 2023. Aunque en 2024 cayeron a 78,975, el drástico incremento en 2025 sugiere que México se está consolidando como un destino crucial para quienes buscan protección.
Para muchos migrantes cubanos, venezolanos, haitianos y de otras nacionalidades, México representa una alternativa viable, aunque con desafíos. En palabras de Delgado: "No estaba en nuestros planes quedarnos, pero ahora tenemos que enfrentar la realidad". Esta perspectiva resuena en cientos de migrantes que han decidido abandonar la idea del 'sueño americano' y optar por un 'sueño mexicano' en busca de estabilidad.
Las limitaciones del asilo en México
A pesar de esta creciente demanda, el sistema de asilo en México enfrenta grandes desafíos. Las oficinas de la COMAR no tienen la capacidad de procesar todas las solicitudes en tiempo y forma, generando un estancamiento en la resolución de casos. Solo se pueden procesar un par de cientos de solicitudes diariamente, lo que limita la posibilidad de integrar rápidamente a los migrantes dentro de la sociedad mexicana.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha buscado mejorar esta situación aumentando el presupuesto para las agencias encargadas de manejar la migración y el asilo. Sin embargo, la capacidad administrativa del país sigue siendo cuestionada, y las críticas sobre la demora en los procesos de asilo continúan en aumento.
El impacto en la comunidad migrante
El caso de Harry Luzardo, un migrante venezolano de 37 años, es otro ejemplo del viraje hacia México como destino final. Luego de años luchando por una vida mejor en Ecuador y Chile, decidió probar suerte en EE.UU. Sin embargo, debido al nuevo panorama migratorio, ahora busca construir una vida en territorio mexicano.
"En Chile no hay apoyo para los migrantes. México, en cambio, nos ofrece una oportunidad para empezar de nuevo", comentó Luzardo. Aunque reconoce que su sueño original era llegar a Estados Unidos, ha encontrado en México un refugio temporal donde puede al menos sentirse seguro.
Trump y su legado en la migración
Las fuertes restricciones impuestas por la administración Trump han tenido un profundo impacto en la movilidad humana. Su paquete de órdenes ejecutivas no solo reforzó la militarización de la frontera, sino que también eliminó programas clave establecidos durante el mandato de Biden, como la aplicación CBP One, que facilitaba las citas para solicitudes de asilo.
Muchos migrantes que esperaban en México una cita para entrar legalmente a EE.UU. se encontraron de la noche a la mañana sin opciones. Entre ellos, familias con niños y personas que dependían de ese proceso para evitar el cruce ilegal. Esto ha derivado en una creciente frustración, desencadenando protestas y un mayor flujo de solicitudes en el sistema mexicano.
¿Un nuevo paradigma regional?
Ante este panorama, México se enfrenta a una transformación en su papel dentro de la crisis migratoria global. Tradicionalmente visto como un país de tránsito hacia Estados Unidos, ahora se posiciona como un refugio alternativo para miles de personas que buscan protección y oportunidades.
Las decisiones de la nueva administración en Washington seguirán dando forma al futuro de los migrantes en Norteamérica, pero una cosa es segura: cada vez más personas están cambiando su destino y fijando su mirada en un nuevo sueño... el mexicano.