Alabama se une en rara unanimidad para endurecer medidas contra la violencia armada
El estado sureño propone criminalizar dispositivos que convierten armas semi-automáticas en automáticas en un esfuerzo bipartidista por mejorar la seguridad pública.
En un escenario político donde la polarización parece ser la norma, el estado de Alabama ha sorprendido al conseguir un inusual consenso bipartidista para abordar la violencia armada. Legisladores republicanos y demócratas, junto a alcaldes y líderes policiales, han respaldado una iniciativa de seguridad pública que incluye la prohibición de los dispositivos que convierten armas semiautomáticas en ametralladoras.
Una amenaza creciente: los dispositivos de conversión
Estos artefactos, conocidos popularmente como “Glock switches”, permiten que armas que originalmente disparan un solo proyectil por gatillazo se conviertan en armas automáticas, con capacidad de disparo rápido similar a la de una ametralladora. A pesar de que su posesión ya está prohibida a nivel federal, Alabama carecía de una ley estatal que permitiera procesar penalmente a quienes los posean. La nueva legislación busca cerrar ese vacío legal.
Birmingham, la ciudad más grande del estado, ha vivido en carne propia la devastación causada por estos dispositivos. Un tiroteo fuera de un club nocturno en septiembre pasado, que dejó cuatro personas muertas, se perpetró con un arma equipada con un dispositivo de este tipo. En noviembre, un ataque en el campus de la Universidad de Tuskegee, en el que murió una persona y otras 16 resultaron heridas, también involucró un arma modificada con un conversion kit.
Un llamado a la acción tras las tragedias
El alcalde de Birmingham, Randall Woodfin, ha insistido en la necesidad de regular esta tecnología desde que su ciudad experimentó su tercer homicidio cuádruple en un solo año. “Este es un momento trascendental. Tal vez no coincidimos en todos los aspectos de la regulación de armas, pero hoy hemos avanzado significativamente”, afirmó Woodfin durante la presentación del paquete de medidas respaldado por la gobernadora republicana Kay Ivey.
Consenso inusual en la regulación de armas
Alabama, un estado fuertemente vinculado a la cultura de las armas y donde históricamente se han resistido regulaciones estrictas, ha dado un giro significativo. El Secretario de la Agencia de Aplicación de la Ley de Alabama, Hal Taylor, subrayó que la urgencia de la situación ha permitido superar las diferencias políticas. “Creo que se han dado cuenta de que una bala no distingue entre un demócrata o un republicano”, afirmó.
El comité judicial del Senado estatal ya ha aprobado dos proyectos de ley, presentados tanto por republicanos como por demócratas, que tipifican como delito grave la posesión de dispositivos de conversión de armas. Con estas iniciativas, Alabama se uniría a otros 23 estados y el Distrito de Columbia en la lucha contra el incremento de la letalidad en los tiroteos.
Otros componentes de la propuesta de seguridad
El paquete de medidas de la gobernadora Ivey incluye otras propuestas que generan más controversia entre los demócratas, como:
- Aumento de penas para la posesión ilegal de armas.
- Agravamiento de condenas por disparar contra vehículos o viviendas ocupadas.
- Expansión de los delitos en los que un juez puede negar la fianza.
- Protecciones legales adicionales para policías acusados de uso excesivo de la fuerza.
Si bien los demócratas han aplaudido la prohibición de los dispositivos de conversión y una iniciativa para proporcionar becas a los hijos de policías caídos en el cumplimiento del deber, algunos legisladores han expresado dudas sobre las protecciones adicionales para la policía. El representante demócrata Thomas Jackson enfatizó: “Ser agente de la ley no significa estar por encima de la ley. De hecho, quienes tienen poder deben ser los más responsables de sus acciones.”
La urgencia de frenar la violencia armada
El FBI ha señalado que, desde 2019, la cantidad de estos dispositivos en circulación ha crecido exponencialmente. Muchos pueden fabricarse con impresoras 3D en menos de una hora o comprarse en el mercado negro en línea por menos de 30 dólares. La accesibilidad de estos dispositivos ha multiplicado los riesgos tanto para civiles como para agentes del orden.
Con Alabama forjando un inusual acuerdo político en torno a la regulación de armas, el resto del país observa con atención. ¿Podría este giro bipartidista ser una señal de que la seguridad pública comienza a superar las líneas partidistas? El tiempo lo dirá, pero por ahora, Alabama ha enviado un mensaje claro: la violencia armada no distingue colores políticos y requiere respuestas inmediatas y contundentes.