La angustiosa espera de las familias de los rehenes en Gaza
Entre la incertidumbre y el miedo: los familiares de los secuestrados claman por su liberación
El drama de los rehenes en Gaza
Han pasado ya 16 meses desde que Idit Ohel recibió la noticia que cambiaría su vida: su hijo Alon, de 24 años, había sido secuestrado por Hamas durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Lo único que ha sabido de él es el testimonio de otros liberados que relatan su calvario: está encadenado en un túnel subterráneo, recibiendo apenas una rebanada de pan al día.
“No ha visto la luz del sol en 493 días”, expresó su madre en una rueda de prensa realizada el lunes en Tel Aviv.
La frágil tregua en riesgo
El acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamas, que en su primera fase incluía la liberación de 33 rehenes, pende de un hilo. Hamas se niega a liberar a tres secuestrados según lo estipulado, mientras que el gobierno israelí ha amenazado con reanudar la guerra, lo que pondría en peligro cualquier negociación futura.
Las familias de los secuestrados han implorado al primer ministro Benjamin Netanyahu que no abandone el marco de la tregua y que acelere la liberación, pues temen que los días de espera se conviertan en meses de tormento.
Historias de dolor y resiliencia
Entre los rehenes ya liberados se encuentran Or Levy y Eli Sharabi, quienes compartieron cautiverio con Alon Ohel y Eliya Cohen. Cohen, quien aún permanece secuestrado, ha perdido más de 20 kilos y tiene una bala en la pierna sin recibir tratamiento médico, según los testimonios de los liberados. Para su prometida, Ziv Abud, estas noticias han sido devastadoras.
“Me rompe el corazón saber que estaba encadenado y todo lo que pasó en esos túneles”, comentó entre sollozos.
Abud también sobrevivió al ataque de Hamas en el refugio cercano a un festival de música en el sur de Israel, donde al menos 16 personas fueron asesinadas. Durante el ataque, ella perdió el conocimiento y pasó varias horas bajo los cuerpos de su sobrino y su novia.
El miedo de quienes aún esperan
Para las familias de los que aún no han sido liberados, el optimismo se interrumpe con el dolor de la espera. Herut Nimrodi, madre de Tamir Nimrodi, un soldado israelí secuestrado en un puesto de control en la frontera con Gaza, aún no sabe si su hijo sigue con vida.
“No sé qué es peor: pensar que está muerto o recibir noticias de que sigue vivo pero en condiciones inhumanas”, confesó.
Según medios israelíes, al menos siete rehenes han sido confirmados como vivos por otras personas liberadas. Sin embargo, la incertidumbre sigue marcando la vida de cientos de familias.
El clamor por una solución
Las familias continúan con su lucha para que Israel y Hamas prioricen la liberación de los secuestrados. En honor a Alon Ohel, su familia ha distribuido pianos por todo el país como un recordatorio constante de su lucha para traerlo de vuelta. Su madre, Idit, se dirige al gobierno con una pregunta crucial: “¿Después de todo lo que han visto y de los testimonios que han escuchado, cómo pueden dejar que esto continúe?”.