Elecciones en Alemania: una lucha entre el liderazgo firme y el cambio polémico

Scholz y Merz se enfrentan en un debate marcado por acusaciones de crisis económica y cambios de postura

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Las elecciones alemanas del 23 de febrero están cada vez más cerca y el panorama político se está volviendo más tenso. Olaf Scholz, el actual canciller de Alemania, y Friedrich Merz, el líder opositor, intercambiaron acusaciones durante la última sesión parlamentaria antes de los comicios.

Las encuestas favorecen a Merz

Las encuestas muestran una clara ventaja para la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz se encuentra detrás, sin señales de poder remontar. Además, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) se ha consolidado en el segundo puesto, lo que añade más incertidumbre al futuro político del país.

Scholz defiende su gestión ante las críticas

Scholz admitió que Alemania está enfrentando tiempos difíciles debido a la guerra en Ucrania, la crisis energética y la inflación. Sin embargo, defendió su liderazgo asegurando que su gobierno ha trabajado con determinación. "El viento sopla en nuestra contra, y esto no cambiará pronto", afirmó.

El canciller subrayó la importancia de tener un liderazgo fuerte y criticó a Merz por su "constante cambio de opiniones" en temas clave como la política hacia Ucrania y la crisis migratoria.

Merz señala un "desastre económico"

Por su parte, Merz presentó una imagen más pesimista de la situación económica alemana, acusando al gobierno de dejar "un desastre absoluto" en materia de empleo y productividad. "Alemania ha visto tres años consecutivos de contracción económica. Es hora de cambiar el rumbo", sentenció.

Comparó a Scholz y al vicecanciller Robert Habeck con "dos gerentes que han llevado la empresa a la bancarrota y ahora piden seguir cuatro años más".

El dilema migratorio y la sombra de AfD

El tema migratorio también ha jugado un papel clave en la campaña. Scholz acusó a Merz de "jugar irresponsablemente" con propuestas drásticas respecto a la migración, algunas de las cuales han sido respaldadas por AfD en el parlamento. "Romper tabúes y alentar el extremismo no es la solución", advirtió.

Merz, sin embargo, negó cualquier colaboración con AfD y advirtió sobre el peligro de no abordar los problemas que preocupan a los votantes. "Si el próximo gobierno fracasa, los populistas de ultraderecha podrían estar más cerca de una mayoría parlamentaria", alertó.

¿Qué está en juego el 23 de febrero?

El futuro de Alemania dependerá de las decisiones que tomen los votantes en las urnas. La nación enfrenta enormes desafíos, desde una economía debilitada hasta tensiones geopolíticas con Rusia y Estados Unidos. Mientras Scholz apela a la estabilidad y la experiencia, Merz busca convencer con promesas de dinamismo y reformas estructurales.

Sin embargo, un factor clave será el comportamiento del AfD. Si este partido continúa ganando terreno, el panorama político alemán podría dar un giro inesperado y complicado.

Queda por ver si los alemanes apostarán por la continuidad o por un cambio radical este 23 de febrero.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press