El resurgir del lowrider en Nuevo México: entre arte, cultura e identidad
Legisladores impulsan el reconocimiento de los lowriders como símbolo oficial del estado y buscan crear un museo dedicado a esta tradición automovilística
Un tributo a una tradición sobre ruedas
El estado de Nuevo México reafirma su relación con la cultura lowrider al designar un día especial para celebrar estos automóviles personalizados que se han convertido en un símbolo de orgullo comunitario e identidad latina. Legisladores han propuesto incluso que el lowrider sea reconocido como el vehículo oficial del estado, marcando un hito en la historia de esta subcultura automotriz.
El origen y expansión del lowrider
El movimiento lowrider tiene raíces profundas en la comunidad latina en Estados Unidos. Nació en las décadas de 1940 y 1950 en California, pero se expandió rápidamente por todo el suroeste del país, encontrando en Nuevo México un hogar especial. Los veteranos de la Guerra de Vietnam, con sus conocimientos en mecánica adquiridos en el ejército, regresaron a sus comunidades y aplicaron esas habilidades para modificar automóviles, creando así los primeros lowriders.
Española, una pequeña ciudad en el norte de Nuevo México, ha sido identificada por muchos como la "capital mundial del lowrider". Incluso fue destacada en un documental de MTV, lo que consolidó esta noción a nivel nacional.
Más que autos: una expresión artística y cultural
Los lowriders no son simplemente automóviles; constituyen lienzos sobre ruedas que reflejan la creatividad, el orgullo y la historia de sus dueños. Desde los intrincados diseños de pintura hasta los sistemas hidráulicos que permiten que los coches "salten", cada lowrider es una obra de arte en sí misma.
El senador estatal Leo Jaramillo resaltó la importancia científica y tecnológica de estos vehículos: "Es más que una pieza de arte en movimiento, es también ciencia en acción: la hidráulica, la mezcla de pintura y la ingeniería detrás de cada auto son elementos fundamentales que queremos que los jóvenes comprendan".
Reconocimiento oficial y posible museo lowrider
La reciente celebración del Día del Lowrider en la legislatura del estado no solo reafirmó su importancia en la cultura de Nuevo México, sino que también trajo consigo propuestas concretas para dar aún más visibilidad a este fenómeno. Legisladores trabajan en una iniciativa para establecer un museo del lowrider en Española, lo que serviría como tributo permanente a quienes han perfeccionado este arte durante generaciones.
Además, la propuesta de crear placas vehiculares especiales en honor a los lowriders busca afianzar aún más su estatus dentro del estado. Según Cynthia Borrego, representante estatal, estos vehículos forman parte de la identidad de muchas familias: "Las familias crecen con esta tradición, enseñando a sus hijos a trabajar en autos, a personalizarlos. Es una herencia que pasa de generación en generación".
El cambio en la percepción de los lowriders
Aunque en el pasado los lowriders fueron vistos con recelo por las autoridades y hasta criminalizados con prohibiciones sobre "cruising" (conducir lentamente mostrando los autos), hoy en día se perciben como una forma legítima de expresión cultural y un reflejo del espíritu artesanal y creativo de la comunidad.
Las ciudades de Nuevo México, incluidas Albuquerque y Santa Fe, han revertido muchas de estas restricciones y ahora apoyan la realización de eventos donde los lowriders pueden ser exhibidos legalmente, fortaleciendo el sentido de pertenencia de sus propietarios.
El futuro del lowrider en Nuevo México
A medida que las generaciones más jóvenes abrazan y modernizan la tradición lowrider, el legado de esta cultura sigue creciendo. Con el impulso legislativo para reconocer su importancia y la posibilidad de un museo dedicado a ellos, los lowriders en Nuevo México están dejando de ser solo un pasatiempo para convertirse en un emblema oficial del estado.