El pulso político en Florida: DeSantis, inmigración y poder en juego
El gobernador Ron DeSantis enfrenta un desafío sin precedentes en su lucha por el control de la política migratoria en Florida.
Desde su llegada a la gobernación de Florida, Ron DeSantis ha sido una figura dominante en la política estatal. Sin embargo, su reciente enfrentamiento con legisladores republicanos en torno a la inmigración marca un quiebre inusual en su hegemonía. ¿Qué está en juego en esta batalla legislativa? ¿Cómo impactará en su futuro político?
La sesión especial sobre inmigración en Florida
DeSantis convocó a los legisladores de Florida a una sesión especial con el objetivo de reforzar las políticas estatales de control migratorio. Su intención era endurecer las medidas contra inmigrantes sin autorización legal, en sintonía con la estrategia del expresidente Donald Trump. Sin embargo, lo que parecía ser un trámite sencillo se convirtió en una contienda política inesperada.
El desafío republicano contra DeSantis
En una movida sorprendente, los legisladores republicanos decidieron no acatar las órdenes de DeSantis sin más. En su lugar, avanzaron con su propio proyecto de ley, que inicialmente limitaba la autoridad del gobernador en cuestiones migratorias, otorgando más poder al comisionado de Agricultura del estado. Esta medida enfureció a DeSantis, quien calificó la propuesta de “débil” y amenazó con vetarla.
El gobernador incluso llegó a declarar que respaldaría desafíos en las primarias republicanas contra aquellos legisladores que apoyaran la versión original del proyecto. Este enfrentamiento dejó claro que DeSantis ya no goza del poder absoluto que una vez tuvo en la legislatura estatal.
El compromiso político: una batalla ganada a medias
Tras arduas negociaciones, se llegó a un acuerdo. El nuevo paquete de leyes elimina la propuesta de otorgar poder migratorio al comisionado de Agricultura y, en su lugar, establece una Junta Estatal de Aplicación de la Ley de Inmigración, integrada por el gobernador y otros miembros del gabinete.
Otras medidas aprobadas incluyen:
- La criminalización del ingreso a Florida sin autorización legal.
- Detención obligatoria previa al juicio para inmigrantes sin documentos acusados de delitos graves.
- Endurecimiento de penas para inmigrantes sin autorización legal que cometan delitos.
- Derogación de la ley que permitía a estudiantes sin papeles acceder a matrícula estatal en universidades públicas.
En términos financieros, el paquete aprobado tiene un costo de $298 millones, considerablemente inferior a los $515 millones previstos inicialmente. Cabe destacar que una de las propuestas más polémicas de DeSantis –utilizar fondos estatales para trasladar inmigrantes fuera de Florida– fue eliminada. En su lugar, cualquier cooperación con el gobierno federal requerirá solicitud expresa de las autoridades nacionales.
¿Qué significa esto para el futuro político de DeSantis?
Este episodio subraya el debilitamiento de la influencia de Ron DeSantis sobre su propio partido en Florida. Su intento de consolidarse como un líder en la lucha contra la inmigración indocumentada ha generado divisiones dentro de la bancada republicana, reflejando una menor voluntad de los legisladores para seguir órdenes sin cuestionarlas.
El 2024 ha sido un año políticamente difícil para DeSantis, después de su fallida candidatura presidencial y su posterior intento de reposicionarse como el principal heredero del movimiento trumpista. Ahora, con la vista puesta en el 2028, DeSantis necesita recuperar el control de su territorio político si aspira a competir con éxito por la presidencia.
Una batalla que aún no ha terminado
Más allá de los proyectos de ley aprobados, esta lucha ha evidenciado una fragmentación dentro del Partido Republicano de Florida. La posibilidad de que los legisladores continúen desafiando las decisiones del gobernador no puede descartarse, especialmente considerando el precedente de este enfrentamiento.
Mientras tanto, DeSantis sigue esforzándose por remodelar su imagen y proyectarse como un líder fuerte en cuestiones migratorias. Con Trump aún dominando la conversación política republicana, el gobernador de Florida enfrenta un camino incierto hacia sus aspiraciones nacionales.