¿Un indulto disfrazado? El caso de corrupción contra el alcalde Eric Adams y su repentina caída

El inesperado retiro de cargos federales contra el alcalde de Nueva York ha desatado interrogantes sobre la influencia política en la justicia

La decisión que sorprendió a todos

En un giro inesperado y sin precedentes en la política estadounidense, el Departamento de Justicia de EE.UU. ordenó retirar los cargos de corrupción contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams. La medida, anunciada en un escueto memorando de dos páginas por el fiscal adjunto Emil Bove, dejó atónitos a fiscales y expertos en derecho que no recuerdan un caso donde la política influyera de manera tan evidente en la justicia.

El caso contra Adams, que incluía cargos de soborno, fraude electrónico y conspiración, había despertado un gran interés ya que se trataba del primer procesamiento de un alcalde en funciones en la historia de la ciudad. Sin embargo, con la decisión del Departamento de Justicia, no solo se ha detenido el juicio, sino que también se ha ordenado cesar cualquier investigación en su contra. Eso sí, con un detalle importante: podría reabrirse tras las elecciones de noviembre.

¿Por qué se retiraron los cargos?

La justificación dada por el fiscal adjunto Bove ha sido inusual. Según él, la acusación “interfirió de manera indebida” en la campaña de reelección de Adams y distrajo al alcalde de sus responsabilidades, particularmente en asuntos cruciales como la inmigración y la lucha contra el crimen. Esta última justificación ha sido vista por muchos como una señal clara de que hubo una intervención política en el proceso.

Según el memorando, la decisión de poner en pausa el caso se tomó para permitir que el alcalde continúe con su labor sin “restricciones indebidas”. No obstante, críticos consideran que este tipo de determinaciones debilitan gravemente la independencia judicial y sientan un precedente peligroso.

Las acusaciones contra Adams

Adams fue acusado de aceptar contribuciones ilegales para su campaña, así como viajes de lujo pagados por intereses extranjeros. A cambio, el alcalde supuestamente intervino en asuntos de planeación urbana, incluyendo la aceleración de permisos para la construcción de un edificio perteneciente al consulado de Turquía en Manhattan.

Las pruebas presentadas por la fiscalía incluían registros bancarios, mensajes electrónicos y testimonios de empresarios involucrados en el esquema. Además, algunos de sus colaboradores cercanos ya han sido declarados culpables de delitos relacionados. Mohamed Bahi, su enlace con la comunidad musulmana, aceptó su culpabilidad en una acusación por fraude electrónico en el financiamiento de campaña.

¿Significa esto el fin del proceso?

No del todo. La decisión establece que el caso se retira “sin perjuicio”, lo que significa que los fiscales podrán retomarlo en el futuro. Sin embargo, algunos observadores creen que esto pone a Adams en una situación comprometida, ya que cualquier intento de reabrir el caso después de su reelección podría depender de su alineación con la administración federal.

El concejal Shaun Abreu, demócrata por Manhattan, expresó en redes sociales su preocupación al afirmar que “el único escenario peor que otorgarle a Adams una tarjeta de salida de la cárcel es el trato implícito que viene con ella”. Con ello, insinuó que el alcalde podría encontrarse políticamente atado a los intereses de la administración federal.

Reacciones dentro y fuera de Nueva York

El caso ha tenido repercusiones políticas inmediatas. Muchos han comparado esta decisión con indultos presidenciales polémicos del pasado, como los concedidos por Donald Trump a aliados políticos antes de dejar la Casa Blanca en 2021.

En Nueva York, la noticia ha generado críticas desde diferentes sectores. Varios candidatos que disputan la alcaldía consideran esta resolución como una prueba de que Adams no es apto para liderar la ciudad. Entre los aspirantes se encuentran el exgobernador Andrew Cuomo, el contralor de la ciudad y miembros del concejo municipal, todos con visiones más progresistas que podrían contrastar con la postura cada vez más conservadora de Adams.

¿Hacia dónde se dirige Adams?

Pese a las adversidades, Adams se encuentra ahora en una mejor posición para enfrentar su reelección. Sin los cargos penales que lo perseguían, puede enfocarse en su campaña y en fortalecer su agenda política.

Sin embargo, un punto no menor es su relación con el Partido Republicano. Se ha reportado que ha mantenido reuniones con la dirección del partido y ha rehusado criticar al expresidente Donald Trump. Algunos especulan que podría considerar regresar a las filas republicanas, algo que no sería del todo descabellado dado que en la década de 1990 era miembro del Partido Republicano.

Lo que está claro es que este episodio ha marcado un antes y un después en la política de Nueva York. La relación entre la justicia y el poder político está en el centro del debate y el caso de Eric Adams podría ser solo la punta del iceberg de una tendencia mayor.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press