El insólito gimnasio en un cementerio de Zimbabue: mantenerse en forma para esquivar la muerte

Ante la falta de gimnasios en sus barrios, un grupo de adultos mayores en Harare convirtió un cementerio en su espacio de entrenamiento diario para luchar contra las enfermedades no transmisibles.

Ejercicio entre tumbas: una solución creativa

En la capital de Zimbabue, Harare, un grupo de adultos mayores ha encontrado un lugar inesperado para entrenar: un cementerio. Para Nelly Mutandwa, de 65 años, este espacio representa una oportunidad para mantenerse en forma y gestionar su diabetes, una de las enfermedades no transmisibles que afectan cada vez más a la población africana.

El Commandos Fitness Club, liderado por Joseph Nekati, ofrece rutinas diarias con ejercicios que incluyen sentadillas, estiramientos y caminatas rápidas entre las tumbas. “Ellos están descansando,” dice Mutandwa señalando las lápidas. “Yo no quiero unirme a ellos todavía. Eso significa que debo hacer el trabajo duro ahora.”

Enfermedades no transmisibles en aumento

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y las cardiopatías, son la causa del 74% de las muertes en el mundo. En Zimbabue, representan aproximadamente el 40% de los fallecimientos anuales, y se proyecta que para 2030 superarán a las enfermedades infecciosas como el VIH y la malaria.

El médico Johannes Marisa, especialista en salud pública, advierte que el estilo de vida sedentario y el incremento del consumo de comida rápida están contribuyendo a esta crisis. En ciudades como Harare, franquicias globales compiten con vendedores ambulantes y pequeñas tiendas locales que ofrecen versiones económicas de hamburguesas, papas fritas y pollo frito.

Intervención del gobierno y soluciones comunitarias

Ante esta epidemia de salud, el gobierno de Zimbabue ha implementado un impuesto del 0.5% sobre la venta de comida rápida como donuts, pizzas y shawarmas, con la intención de fomentar una alimentación más saludable.

Paralelamente, iniciativas como las del Commandos Fitness Club ayudan a generar conciencia sobre la importancia de la actividad física, ofreciendo un espacio seguro y gratuito para el ejercicio. Aunque el cementerio pueda parecer un lugar inusual, para personas como Susan Gomo, de 64 años, que logró bajar de 86 a 76 kilos mientras controlaba su hipertensión y artritis, se trata de un refugio vital.

Un futuro más saludable

Desde su experiencia en el Reino Unido en 2022, Mutandwa ha intentado replicar los hábitos saludables en su país natal. Aunque las condiciones de las calles en su barrio no eran óptimas, encontró en el cementerio un espacio donde ejercitarse sin peligros ni interrupciones.

“Es un sitio tranquilo, seguro y con suficiente espacio para moverse,” comenta. “Esperamos que el gobierno pueda construir instalaciones adecuadas para nosotros.”

Mientras tanto, ella y su grupo siguen sumando pasos, desafiando al destino y haciendo de un cementerio no solo un lugar de descanso, sino también de revitalización.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press