La Mega-Prisión CECOT y la Política de Mano Dura en El Salvador: ¿Modelo de Seguridad o Violación de Derechos Humanos?

Nayib Bukele transforma el sistema penitenciario de El Salvador con una estrategia agresiva contra las pandillas, pero enfrenta críticas internacionales por abusos y falta de derechos básicos.

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

El ascenso del CECOT y la campaña contra las pandillas

Desde que Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador en 2019, su estrategia de mano dura contra las pandillas ha sido uno de los pilares de su administración. En marzo de 2022, implementó un estado de emergencia que suspendió ciertos derechos constitucionales, permitiendo arrestos masivos en un intento de reducir la delincuencia en el país.

El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), inaugurado en 2023, es la joya de la corona de esta estrategia. Diseñado para albergar a 40,000 reclusos, este mega-centro penitenciario redefine los estándares de encarcelamiento en la región. En palabras de Bukele: “El Salvador ha pasado de ser el país más peligroso del mundo al más seguro de América. ¿Cómo lo logramos? Poniendo a los criminales en la cárcel. ¿Hay espacio? Ahora sí lo hay.”

¿Qué hace único al CECOT?

Ubicado en Tecoluca, a 72 kilómetros al este de San Salvador, el CECOT consta de ocho enormes pabellones, cada uno con capacidad para albergar entre 65 y 70 presos en celdas comunes. Estas celdas, sin suficientes camas para todos, encarnan un enfoque severo y sin concesiones hacia la reclusión.

La vida dentro de este centro es poco más que un castigo perpetuo. No hay visitas familiares, programas de reintegración social, talleres educativos ni actividades recreativas para los internos. Sin embargo, se ofrecen ocasionales charlas motivacionales por parte de prisioneros confiables bajo la supervisión de guardias.

Las áreas de descanso, comedores y gimnasios están reservados exclusivamente para el personal penitenciario, una decisión que subraya el enfoque punitivo de la prisión.

El impacto en las tasas de criminalidad: ¿éxito o propaganda?

Bajo la administración de Bukele, más de 84,000 personas han sido encarceladas desde el inicio de la campaña. De acuerdo con el gobierno, estas acciones han reducido significativamente las tasas de homicidios, convirtiendo a El Salvador en un referente regional en seguridad. Según cifras oficiales, en 2023 el país registró uno de los índices más bajos de homicidios en décadas.

No obstante, organismos internacionales como Human Rights Watch han cuestionado la validez de estas estadísticas, señalando que los métodos autoritarios de Bukele pueden estar maquillando problemas de fondo en lugar de resolverlos.

Las críticas internacionales y los derechos humanos

La construcción del CECOT y las tácticas de mano dura han desatado una ola de críticas de organizaciones de derechos humanos. Según un informe de Cristosal, al menos 261 personas han muerto en las prisiones del país desde el inicio del estado de emergencia. Muchos de estos fallecimientos están relacionados con torturas, abuso físico y falta de acceso a atención médica adecuada.

Amnistía Internacional ha denunciado además que los arrestos masivos se llevan a cabo sin un debido proceso, lo que ha llevado a la detención arbitraria de miles de personas, incluyendo menores y personas inocentes.

El contexto regional: ¿Un modelo a replicar?

Pese a las denuncias, algunos líderes en América Latina ven el modelo de Bukele como una posible solución para sus propios problemas de delincuencia. Políticos en Honduras y Guatemala han expresado interés en estrategias similares, lo que podría marcar un cambio en las políticas de seguridad en la región.

Sin embargo, para muchos expertos, el enfoque de Bukele no aborda las raíces del problema: la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad. Sin un plan integral que incluya programas de prevención, rehabilitación y reinserción, cualquier éxito podría ser temporal.

El futuro de El Salvador bajo Bukele

Con elecciones en el horizonte y un mandato que ha polarizado tanto a nivel nacional como internacional, el legado de Bukele se perfila como un tema central en los debates sobre su reelección. ¿Es su enfoque la clave para erradicar la delincuencia, o está condenando a una generación a vivir bajo un régimen autoritario disfrazado de seguridad?

Mientras tanto, la situación en las cárceles de El Salvador y la expansión de instalaciones como el CECOT seguirán siendo un punto de interés para el mundo, cuestionando los límites entre seguridad y derechos humanos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press