Elon Musk y el acceso a los pagos del gobierno: ¿Peligro para la democracia?
Las preocupaciones sobre seguridad y transparencia crecen mientras Musk y su equipo obtienen acceso a sistemas financieros clave del gobierno de EE.UU.
Elon Musk y su creciente influencia en el gobierno de EE.UU.
La reciente noticia de que un ejecutivo de tecnología que trabaja con el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk tendrá “acceso de solo lectura” al sistema de pagos del gobierno ha encendido las alarmas en el Congreso de EE.UU. Los legisladores temen que la influencia de Musk sobre estos sistemas pueda llevar a riesgos de seguridad o interrupciones en programas vitales como el Seguro Social y Medicare.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), una iniciativa de la administración Trump destinada a reducir la burocracia, despedir trabajadores federales y eliminar regulaciones, ha sido objeto de críticas por su opacidad y posible manipulación política de los recursos federales.
La preocupación de los legisladores
Desde que se anunció la implicación de DOGE en los pagos del Tesoro, legisladores demócratas han advertido sobre una posible falta de control y legalidad en la participación de Musk y su equipo. En particular, argumentan que permitirles acceso, incluso de solo lectura, a un sistema tan sensible podría allanar el camino para decisiones arbitrarias en la distribución de fondos.
La senadora Patty Murray (D-Wash.) fue especialmente clara al expresar su desconfianza sobre las intenciones de Musk: “Algunos republicanos están tratando de sugerir que Musk solo tiene ‘acceso de lectura’ al sistema de pagos del Tesoro, como si eso fuera aceptable. Pero ¿por qué deberíamos creerles, cuando él mismo dice lo contrario públicamente?”, dijo en un comunicado.
Elon Musk: empresario, innovador y ahora, ¿figura política?
A lo largo de los años, Musk ha expandido su influencia más allá del mundo empresarial, incursionando en el espacio, la inteligencia artificial y ahora, en la administración gubernamental. Con sus declaraciones en su plataforma social X (anteriormente Twitter), ha dejado claro que su equipo en DOGE está tomando decisiones activas para cancelar pagos a ciertas organizaciones.
Uno de los ejemplos más alarmantes fue su afirmación de que DOGE había detenido pagos a una organización benéfica luterana, justificando la medida como una medida contra la “corrupción”. Estas afirmaciones han provocado indignación y dudas sobre cuánta autoridad tiene realmente Musk dentro del gobierno.
Protestas y oposición pública
La respuesta pública no tardó en llegar. Cientos de personas se congregaron frente al Departamento del Tesoro con pancartas y coreando consignas como “¡Deporten a Musk!” y “¡Hagan su trabajo, Congreso!”. La multitud, compuesta por activistas, sindicatos y legisladores demócratas, denunció lo que consideran un intento descarado de centralizar el poder en manos de un empresario multimillonario.
La senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) tomó la palabra durante la protesta y fue categórica: “Elon Musk está arrebatando poder al pueblo estadounidense. Estamos aquí para luchar contra eso”.
Acciones legales en proceso
La controversia también ha llegado a los tribunales. Un grupo de sindicatos y defensores de la transparencia ha interpuesto una demanda para impedir que DOGE y Musk obtengan acceso al sistema de pagos, argumentando que esta medida podría ser ilegal y permitir la manipulación política de fondos gubernamentales.
El impacto en los programas sociales
El Fiscal Service del Tesoro gestiona más de 1.2 mil millones de transacciones anualmente y representa el 90% de los desembolsos federales. Un acceso indebido a este sistema podría poner en riesgo programas esenciales como el Seguro Social y Medicare, afectando directamente a millones de ciudadanos dependientes de estos beneficios.
El futuro de la supervisión gubernamental
David Lebryk, subsecretario interino del Tesoro, renunció recientemente tras más de 30 años en el cargo, justo después de que DOGE solicitara acceso a los datos sensibles del Tesoro. Su renuncia ha aumentado la sensación de inseguridad institucional, dejando preguntas sin respuesta sobre la transparencia con la que se está manejando este acceso.
Con el creciente escrutinio y la amenaza de demandas judiciales, aún está por verse hasta dónde llegará la influencia de Musk en las decisiones del gobierno. Por ahora, la administración Biden y los legisladores demócratas parecen decididos a frenar su avance.