Protestas estudiantiles en Serbia: Una generación que lucha contra la corrupción

Entre actividades creativas y unidad, los estudiantes mantienen vivo el espíritu de resistencia en Novi Sad.

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Novi Sad, Serbia – Desde principios de noviembre, Serbia ha sido testigo de un movimiento de protesta liderado por estudiantes universitarios determinado a combatir la corrupción gubernamental, una problemática que ha dejado profundas heridas en el país. A raíz de un trágico derrumbe en la estación central de trenes de Novi Sad, que cobró la vida de 15 personas, los jóvenes han llevado a cabo bloqueos, marchas y campamentos en múltiples ciudades, convirtiéndose en la voz central del malestar social.

El inicio de las protestas: Una tragedia nacional

El 1 de noviembre, un derrumbe ocurrido en la renovada estación central de Novi Sad desató una ola de indignación. La investigación inicial responsabilizó a una ejecución negligente de las obras, vinculada a contratos otorgados bajo supuestos actos de corrupción. La tragedia provocó no solo luto, sino también una pregunta abierta: ¿hasta cuándo serían tolerados estos actos?

Lo que comenzó como manifestaciones aisladas se transformó gradualmente en un movimiento nacional encabezado por estudiantes, quienes han tomado un rol protagónico no solo en señalar los problemas, sino en imaginar un cambio para el futuro.

La creatividad como resistencia: Juegos, música y aprendizaje

Más allá de las consignas y los cortes de vialidades, las protestas han destacado por su carácter creativo e integrador. A lo largo de los últimos meses, los estudiantes han organizado actividades culturales, deportes y talleres educativos para llenar los días en medio del frío invernal.

Teodora Kilibarda, originaria de Belgrado, compartió su experiencia durante un fin de semana de bloqueo en un puente de Novi Sad: “Estamos jugando voleibol, con muchos de nosotros participando. Todos estamos comprometidos en esta lucha, decididos a traer algo bueno para este país”. Por otro lado, Aleksandar Ilic disfrutó jugando dardos con un compañero bajo los árboles: “En este momento derroto a mi colega, pero espero que todos ganemos al final.”

Estas actividades no solo sirven para pasar el tiempo sino también para reforzar un sentido de unidad y propósito. Zeljko Mandic, profesor de fotografía, aprovechó el momento para compartir técnicas antiguas de la disciplina con los estudiantes, demostrando cómo el aprendizaje puede ser parte integral de la protesta.

Solidaridad en acción: Apoyo desde los residentes locales

El esfuerzo y determinación de los estudiantes no han pasado desapercibidos entre los residentes de Novi Sad y otras ciudades. Durante las largas jornadas en los campamentos, la población local ha mostrado un apoyo conmovedor: ofrecen té caliente, café, tortitas y comidas completas a quienes desafían el frío como parte de las protestas.

Lidija, quien prefirió no revelar su apellido, calificó el ambiente de los bloqueos como un “festival”, destacando el sentido de colectividad. “No ha sido tan difícil pasar 24 horas aquí”, dijo. “Entre nuestras actividades, creo que nadie lo percibió como algo pesado.”

Símbolos de unidad estudiantil

Uno de los aspectos más destacables de este movimiento es la transversalidad geográfica. Estudiantes de diversas ciudades han viajado hasta Novi Sad para unirse a los bloqueos y compartir un sentimiento de hermandad. Como mencionó Marija Beljkas, estudiante de fotografía: “La unión ha mantenido nuestra energía durante dos meses. Compartimos tiempo, distribuimos tareas y nos apoyamos mutuamente. Esa unidad ha sido nuestra fuerza impulsora.”

El desafío de la impunidad

A medida que las manifestaciones avanzan, los críticos señalan que el gobierno serbio ha permanecido en gran medida inmutable. Las exigencias de los jóvenes incluyen investigaciones transparentes, rendición de cuentas y un compromiso real para combatir la corrupción en todos los niveles.

A pesar de los desafíos, los estudiantes permanecen resueltos. La continuidad de los bloqueos y actividades colectivas aporta presión pública y mantiene viva la conversación sobre los cambios necesarios para garantizar un futuro más justo en Serbia.

Un mensaje para el mundo

El caso serbio resuena en la escena global como un símbolo de cómo las generaciones jóvenes están dispuestas a liderar movimientos sociales importantes, utilizando tanto su creatividad como su persistencia para exigir justicia. En palabras de Aleksandar Ilic: “Mi esperanza es que al final todos ganemos.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press