El futuro incierto de USAID: Donald Trump, recortes de ayuda y debates sobre seguridad nacional

La agencia clave en la política exterior de EE.UU. enfrenta tensiones políticas y posibles cambios estructurales

El papel fundamental de USAID en la política exterior estadounidense

Desde su creación en 1961 por el presidente John F. Kennedy, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha desempeñado un papel crucial en la política exterior de EE.UU. Su fundación tuvo como propósito contrarrestar el creciente poder de la Unión Soviética durante la Guerra Fría mediante la promoción del desarrollo económico y la estabilidad en países aliados. A lo largo de las décadas, USAID se ha establecido como el mayor donante de ayuda humanitaria global, aunque esta solo representa menos del 1% del presupuesto federal.

En la actualidad, la agencia es una herramienta estratégica en los desafíos de EE.UU. frente al avance global de China, que tiene su propio programa de asistencia exterior conocido como la iniciativa "Belt and Road". Sin embargo, en los últimos años, USAID ha sido objeto de críticas y debates en el ámbito político, particularmente bajo la administración de Donald Trump.

El congelamiento de fondos: el inicio de un conflicto político

Uno de los primeros movimientos de Donald Trump al asumir la presidencia en 2017 fue imponer un congelamiento de 90 días en los fondos de ayuda internacional. Este congelamiento afectó a miles de programas de asistencia humanitaria, desarrollo y seguridad en todo el mundo, causando despidos masivos y la paralización de importantes iniciativas.

El argumento principal de Trump y muchos republicanos es que gran parte de la ayuda extranjera es "desperdicio" e innecesaria, alegando que algunos programas avanzan agendas sociales consideradas "liberales", en contra del interés nacional. Por otro lado, los demócratas y expertos en relaciones internacionales consideran que la ayuda humanitaria es esencial para estabilizar regiones conflictivas y proteger la seguridad nacional de EE.UU.

Las tensiones sobre el futuro de USAID

Recientemente, han surgido rumores de que la administración Trump podría estar considerando integrar USAID al Departamento de Estado, eliminándola como agencia independiente. Esta posibilidad ha generado preocupación en el Congreso, especialmente entre los demócratas. Al respecto, el senador Chris Murphy advirtió en redes sociales que tal acción sería "un ataque a las instituciones democráticas" y comparó este movimiento con tácticas autoritarias.

Históricamente, los republicanos han buscado consolidar el control del Departamento de Estado sobre USAID, mientras que los demócratas han defendido la autonomía de la agencia. Durante el primer mandato de Trump, intentó reducir el presupuesto para operaciones internacionales en un 30%. Aunque el Congreso bloqueó este recorte, la administración utilizó tácticas como congelamientos de fondos para limitar la ayuda.

El impacto global y los desafíos actuales

El congelamiento y las revisiones en los programas de USAID han generado gran incertidumbre en las organizaciones internacionales que dependen de los fondos estadounidenses. Además, muchos países han aprovechado este vacío, especialmente China, cuya política de préstamos e inversiones en infraestructura viene ganando terreno en regiones históricamente apoyadas por EE.UU.

Un ejemplo clave de este impacto es África, donde los programas chinos están presentes en más de 40 países, compitiendo directamente con las iniciativas estadounidenses. Esto no solo representa un desafío económico, sino también una batalla por la influencia política en regiones estratégicas.

¿Hacia dónde va USAID?

A medida que avanzan los 90 días de congelamiento impuestos por la administración, los funcionarios de USAID y sus aliados en el Congreso observan con gran preocupación el futuro de la agencia. Aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, ha intentado mantener ciertos programas esenciales, las declaraciones públicas de los republicanos sugieren una revisión implícita hacia una transformación significativa en la estructura y operación de USAID.

Aunque Trump dejó la administración en enero de 2021, los cambios y reducciones implementados durante su mandato dejaron un impacto duradero en la percepción y funcionamiento de la ayuda internacional estadounidense. Esto plantea preguntas sobre el lugar de EE.UU. como líder en ayuda humanitaria global en un escenario donde potencias emergentes, como China, están ganando protagonismo.

El legado de USAID: ¿Innovación o peligro de extinción?

El debate sobre USAID continúa siendo un espejo de las tensiones políticas internas de Estados Unidos. Para aquellos que defienden su existencia, la agencia es un bastión de valores democráticos y estabilidad global. Para sus críticos, representa un gasto innecesario que debe ser reformado.

Con la lucha en el Congreso por el presupuesto y la intensa polarización política, el futuro de USAID sigue siendo incierto. Lo que es claro, sin embargo, es que su destino tendrá repercusiones significativas no solo en la política exterior de EE.UU., sino también en el panorama geopolítico global.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press