Cinco años de Brexit: el impacto real en el Reino Unido y su economía

Cinco años después de abandonar la Unión Europea, el Reino Unido sigue enfrentándose a retos económicos, sociales y políticos derivados de una decisión histórica.

Un país dividido y un salto al vacío

El 31 de enero de 2020 marcó un giro histórico para el Reino Unido: su salida oficial de la Unión Europea tras casi cinco décadas de miembrosía. Para muchos británicos, Brexit fue una oportunidad para recuperar la soberanía política y económica, pero para otros, simbolizó el aislamiento y una pérdida de relevancia global. Cinco años después, la controversia sigue viva.

El referéndum de 2016, donde el 52% votó a favor de salir y el 48% en contra, evidenció divisiones profundas en el país, desde diferencias sociales hasta generacionales. Con el tiempo, han emergido los costos y las consecuencias de ese "salto al vacío", muchas de ellas no previstas por los votantes.

Impacto económico: ¿giro estratégico o error costoso?

Desde el comienzo, quedar fuera del mercado único europeo y la unión aduanera trajo consigo complejas barreras comerciales. Las exportaciones e importaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, que antes fluían libremente, ahora afrontan trámites burocráticos significativos y costos elevados. Según la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del gobierno británico, la productividad económica será un 4% menor a largo plazo de lo que habría sido si el país hubiera permanecido en la UE.

Empresas británicas como My Nametags y Creative Nature han tenido que adaptarse instalando bases en la UE o buscando nuevos mercados para compensar las pérdidas. Sin embargo, no todas han sobrevivido; muchas empresas pequeñas han cerrado debido a los costos adicionales y la pérdida de competitividad en los mercados europeos. Lars Andersen, fundador de My Nametags, relató cómo tuvo que abrir operaciones en Irlanda para seguir comerciando con la UE, señalando: "Nos ha costado dinero. Definitivamente somos más lentos y más caros".

En contraste, algunas empresas han aprovechado la oportunidad para expandirse en mercados lejanos como Medio Oriente o Australia, pero estas historias de éxito son la excepción más que la norma. Los acuerdos de libre comercio con países como Australia y Canadá no han compensado plenamente la caída del comercio con Europa.

Un cambio político y social

Más allá de las cifras económicas, Brexit ha transformado la política británica. Las narrativas a favor y en contra han consolidado nuevas divisiones políticas en el plano electoral. "Hemos visto una nueva división alrededor del Brexit que se ha integrado en la política electoral", explicó el politólogo Anand Menon, director del think-tank U.K. in a Changing Europe.

En el ámbito social, la inmigración sigue siendo un tema controvertido. Contrario a las expectativas de muchos votantes pro-Brexit, la inmigración ha aumentado tras la salida de la UE debido a un incremento en la concesión de visas para trabajadores provenientes de países fuera de Europa.

Relaciones con la UE: ¿una reconciliación posible?

Aunque las encuestas recientes muestran que una mayoría de británicos considera que el Brexit fue un error, la posibilidad de reintegrarse a la UE parece remota. El actual primer ministro laborista, Keir Starmer, ha descartado volver al mercado único o la unión aduanera. Sin embargo, ha buscado restablecer relaciones más cercanas con Europa, incluyendo mejoras en áreas como el reconocimiento mutuo de credenciales profesionales y el turismo cultural. "Es difícil volver después de un divorcio tan duro", señaló Lars Andersen, quien cree que el acercamiento será lento y progresivo.

¿Lecciones aprendidas o un futuro incierto?

El Brexit no ha resultado como lo imaginaron ni sus defensores ni sus detractores. Factores como la pandemia de COVID-19 y la invasión de Ucrania por parte de Rusia han añadido más capas de incertidumbre y han dificultado evaluar plenamente los efectos de esta decisión histórica. Como dijo Anand Menon: "El mundo es un lugar mucho menos indulgente ahora que cuando votamos a favor de salir en 2016".

Mientras el Reino Unido sigue navegando este nuevo capítulo en su historia, la división entre los británicos que apoyaron y repudiaron el Brexit sigue siendo una herida abierta, con impactos que probablemente se sentirán por generaciones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press