La ceremonia de naturalización en Kansas celebra el sueño americano y la diversidad cultural
Treinta inmigrantes de 18 países toman juramento como nuevos ciudadanos estadounidenses en un evento cargado de simbolismo y emoción.
Un día memorable en Kansas
En el majestuoso Kansas Statehouse en Topeka, treinta inmigrantes de diferentes rincones del mundo celebraron su nueva ciudadanía estadounidense en una conmovedora ceremonia. Carlos Wriedt, quien llegó a los Estados Unidos desde México hace más de 20 años, asistió junto con su esposa e hija para concretar el sueño americano. "Ahora, nadie puede quitarnos esto, a menos que nos portemos mal, pero, por supuesto, no lo haremos", expresó Wriedt emocionado.
El evento no solo marcó un hito personal para los presentes, sino que también reflejó la diversidad de los Estados Unidos. Gobernantes y representantes locales aprovecharon la oportunidad para destacar sus propias raíces inmigrantes y subrayar el rol crucial de los inmigrantes en la construcción de la nación.
Un proceso exigente pero gratificante
Lograr la ciudadanía estadounidense es un proceso que requiere dedicación. Los nuevos ciudadanos deben completar formularios, pasar entrevistas, aprobar un examen de ciudadanía y demostrar buen carácter. Según datos del gobierno federal, más de 818,000 personas se naturalizaron entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, promediando alrededor de 68,000 nuevas ciudadanías al mes. Este esfuerzo es testimonio del compromiso de los inmigrantes con los valores estadounidenses.
Aportes culturales e históricos
En el evento, la gobernadora de Kansas, Laura Kelly, recalcó cómo los inmigrantes han sido motores de crecimiento y renovación para los Estados Unidos: "Los sueños de los inmigrantes han construido América y continúan inyectando nueva energía, vitalidad y fortaleza a nuestro país". Asimismo, Rachel Pickering, jueza de la Corte de Apelaciones de Kansas, compartió la historia de sus abuelos inmigrantes mexicanos que llegaron a Detroit en busca de un mejor futuro hace un siglo.
Momentos de esperanza y reflexión
Otra historia destacada fue la de Jerry Ugbo, originario de Nigeria, quien llegó a Idaho en 2015 para estudiar biología humana. Después de años de esfuerzo, Jerry, junto a su esposa Hannah y sus dos hijos pequeños, se encuentra en camino de convertirse en asistente médico, poniendo ejemplo de cómo los Estados Unidos pueden ofrecer oportunidades infinitas. "El camino no fue fácil, pero la recompensa hace que valga la pena", comentó Hannah, al recordar los desafíos del proceso de ciudadanía.
El contraste de la política migratoria
La ceremonia se realizó en un contexto político tenso, marcado por debates sobre inmigración y propuestas para modificar derechos fundamentales, como la ciudadanía por nacimiento. Sin embargo, eventos como este subrayan la importancia de celebrar la diversidad y unir voces en torno a un sueño común.
El representante del estado de Kansas, Tobias Schlingensiepen, lo resumió mejor: "Promover la retórica de la inclusión y el respeto es esencial para el futuro de nuestro país". Y es que, más allá de las divisiones políticas, estas ceremonias son un recordatorio del espíritu que define a los Estados Unidos: la esperanza, la resiliencia y la unidad.