El Impacto de los Conflictos Prolongados en la Salud y la Infraestructura de Gaza

La reconstrucción de Gaza presenta desafíos titánicos: desde una crisis sanitaria hasta contaminación ambiental por los residuos de la guerra.

Los destrozos de la infraestructura sanitaria

La franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes tras 15 meses de conflicto devastador entre Israel y Hamas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los 36 hospitales que operaban antes del conflicto, la mitad quedaron completamente destruidos o severamente dañados, y solo cerca del 50% continúa funcionando parcialmente. Además, casi dos tercios de los centros de salud están fuera de servicio. Las consecuencias de este colapso sanitario son abrumadoras. Se estima que al menos 30,000 personas requieren rehabilitación por heridas que han cambiado sus vidas, muchas de estas lesiones incluyen amputaciones. Para abordar la crisis, la OMS y organizaciones asociadas han planteado soluciones inmediatas, incluyendo la instalación de contenedores prefabricados para tratar pacientes y la ampliación de camas hospitalarias tanto en el norte como en el sur de Gaza. Sin embargo, las limitaciones son impactantes. Según Yara Asi, experta en gestión de salud global y académica visitante de Harvard, "la mayoría de los equipos hospitalarios han sido destruidos, y reemplazarlos será un desafío financiero y logístico inmenso". Esta limitación no solo afecta a la atención de urgencia, sino también a los tratamientos esenciales para enfermedades crónicas y mentales.

Heridas que requieren atención a largo plazo

El daño humano es igualmente estremecedor. La OMS informó que una cuarta parte de las 110,000 personas heridas sufrió lesiones "que les cambiarán la vida", con más de 12,000 personas necesitando evacuación urgente para recibir atención especializada. Dentro de este grupo, miles de niños requieren prótesis y tratamiento a largo plazo. Marc Sinclair, un ortopeda pediátrico de Dubái, ha trabajado en Gaza por más de una década y subraya, “Hablamos de niños no solo con amputaciones simples, sino con amputaciones múltiples que requieren un esfuerzo inmenso para ser atendidos.” Fundaciones como Little Wings y la Fundación de Ayuda Infantil Palestina están trabajando para establecer talleres de prótesis en Cisjordania y eventualmente en Gaza, aunque la escala de las lesiones plantea un desafío monumental. Además, hay miles de casos de lesiones cerebrales traumáticas que demandarán cuidados de por vida. "Y eso sin contar a las personas que padecen dolencias regulares y no han tenido acceso a atención médica o medicamentos por más de un año", añade Asi.

La propagación de enfermedades infecciosas

Entre los daños más graves a la salud pública sobresalen la falta de agua potable y un sistema de saneamiento completamente destruido. Estas condiciones aumentan drásticamente el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas, especialmente en comunidades desplazadas que viven en refugios improvisados y campamentos superpoblados. Gaza experimentó su primer brote de polio en décadas, y expertos como Yara Asi alertan que tanto niños como adultos están en peligro de contraer otras enfermedades infecciosas. Los niños representan una preocupación particular, ya que muchos han sufrido de desnutrición y traumas psicológicos severos durante el conflicto. "Es una verdadera catástrofe de salud desde todos los aspectos posibles", comenta Asi. Esta situación incluye brotes de infecciones respiratorias y un aumento de enfermedades cutáneas y erupciones no diagnosticadas debido a las precarias condiciones de higiene.

La amenaza de los residuos tóxicos y explosivos

Con decenas de miles de desplazados ahora regresando al norte de Gaza, el problema de los escombros contaminados se suma a los riesgos. Según informes de Naciones Unidas, los restos de edificios destruidos pueden contener sustancias altamente tóxicas como asbesto, además de restos humanos y municiones sin detonar. Paul Walker, experto en desarme y armas químicas, advierte que regresar a estas áreas sin un adecuado desminado y evaluación ambiental puede provocar lesiones o muertes adicionales. El Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas planea iniciar evaluaciones en terreno dentro de dos o tres meses, una vez que las condiciones de seguridad lo permitan. Sin embargo, expertos como Walker señalan que el proceso debe priorizar la remoción de municiones no explotadas y el análisis de la contaminación en el agua, suelo y aire.

El camino hacia la reconstrucción

Si bien existe una voluntad palpable para regresar y reconstruir, los desafíos son masivos. Yara Asi describe cómo muchas personas han decidido volver a pesar de saber que solo encontrarán escombros donde alguna vez estuvieron sus hogares. Algunos regresan para buscar a sus seres queridos, otros por la necesidad de reconectar con su tierra. En medio de un alto el fuego frágil, la reconstrucción de Gaza requerirá un esfuerzo global coordinado y masivo. Desde la recuperación de su sistema de salud hasta la rehabilitación ambiental, las soluciones no pueden esperar. Para una región devastada por el conflicto, la recuperación no solo es un desafío logístico sino también un recordatorio de los inmensos impactos humanitarios de la guerra prolongada.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press