Madison Keys gana su primer Grand Slam: Una noche inolvidable en el Abierto de Australia
La estadounidense venció a Aryna Sabalenka en una emocionante final y revela cómo la terapia la ayudó a alcanzar esta meta histórica.
El momento que define una carrera
En una noche fresca y llena de emociones, Madison Keys se coronó campeona del Abierto de Australia tras vencer a Aryna Sabalenka, la número 1 del ranking mundial. La victoria 6-3, 2-6, 7-5 marcó su primer título de Grand Slam a los 29 años, un logro que llevaba años persiguiendo desde que prometía como futura estrella del tenis mundial.
“Finalmente dejé de presionarme pensando que necesitaba ganar un Grand Slam para validar mi carrera. Me di cuenta de que ya estaba orgullosa de lo que había logrado, y creo que soltar esa carga me permitió jugar al tenis necesario para ganar”, dijo Keys luego de su gran noche. Desde sus declaraciones, resalta cómo la terapia no solo la ayudó a encontrar paz interna, sino también a llevar su juego a un nuevo nivel.
Un largo camino hacia la gloria
La estadounidense, originaria de Illinois, alcanzó su primera final de Grand Slam en el US Open 2017 pero cayó ante Sloane Stephens. Este nuevo viaje hacia la cima fue diferente. “Aprendí que para llegar, tendría que lidiar con mis nervios y, sobre todo, cambiar la narrativa interna que me perseguía durante años”, confesó.
Su camino hacia el trofeo no fue fácil. En las semifinales, Keys se enfrentó a la número 2 del mundo, Iga Swiatek, salvando puntos de partido en una batalla épica. No fue desde 2005 que una jugadora derrotaba a las dos mejores clasificadas del ranking en Melbourne Park, un logro que habla no solo de su habilidad, sino también de su calma bajo presión.
La final: Técnica y emoción
Desde el inicio del partido, Keys mostró un nivel impresionante. Rompió el servicio de Sabalenka en tres ocasiones durante el primer set, aprovechando una combinación de saques certeros y precisión en sus tiros. Estas fortalezas, junto a los 13 errores no forzados de Sabalenka en ese set, le dieron a la estadounidense un inicio sólido.
Sin embargo, Sabalenka, bicampeona defensora del Abierto de Australia, regresó con fuerza en el segundo set, mostrando una mentalidad de campeona al corregir su juego y acumular 13 tiros ganadores. Esto llevó el partido al decisivo tercer set. Fue aquí donde Keys demostró por qué merecía ser campeona. Ambos lados jugaron un tenis de alto nivel, sin ofrecer ni una oportunidad de quiebre hasta el juego final, donde un último golpe ganador le dio la victoria a Keys.
La diferencia fue mínima: Keys anotó apenas un punto más que Sabalenka, 92 frente a 91. Ambos tenistas lograron 29 tiros ganadores, confirmando lo parejo y emocionante que fue este enfrentamiento.
Un cambio que valió la pena
Parte del éxito reciente de Keys podría atribuirse a los ajustes realizados antes de la temporada. Su esposo y entrenador desde 2023, Bjorn Fratangelo, le sugirió cambiar de raqueta para proteger su lesiona propensa hombro derecho, lo que también le permitió mantener mejor el control de su potente juego.
“Nunca dejé de creer que podría llegar a este punto, pero, honestamente, hubo momentos en los que parecía distante. Poder lograrlo significa el mundo para mí”, expresó Keys durante la conferencia de prensa mientras brindaba con una copa de champán.
Rompiendo barreras
Keys se une a un grupo selecto: se convirtió en la mujer de mayor edad en ganar su primer Grand Slam desde Flavia Pennetta en el US Open 2015. Este fue el 46º intento de Keys en un torneo de Grand Slam, otorgándole el tercer lugar en la lista de mayor número de participaciones antes de ganar su primer título.
Su historia de superación personal y profesional la convierte no solo en una campeona, sino en un símbolo de perseverancia e inspiración. “Estoy convencida de que todo sucede en el momento que debe. Sólo así podía haberlo logrado”, añadió la tenista.
Con su primer título de Grand Slam finalmente asegurado, Madison Keys ha demostrado que la paciencia, el trabajo duro y un enfoque holístico hacia la vida pueden vencer los desafíos más difíciles. El Abierto de Australia 2025 será recordado como el torneo donde, tras una década de intentos, se consolidó una verdadera campeona.