Tensiones en el Mar de China Meridional: Un foco estratégico en disputa

La confrontación entre Filipinas y China reaviva las tensiones en una de las rutas marítimas más importantes del mundo.

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El contexto geopolítico del Mar de China Meridional

El Mar de China Meridional se ha convertido en un punto crítico de tensiones geopolíticas debido a la pugna por el control territorial entre diversas naciones del sudeste asiático y China. Este cuerpo de agua que conecta economías clave como las de Japón, Corea del Sur y el sudeste asiático con el resto del mundo, es fundamental no solo por las rutas de comercio, que representan el paso del 30% del comercio marítimo global, sino también por su gran riqueza en recursos naturales como petróleo, gas y áreas pesqueras.

China sostiene que la mayor parte de este mar le pertenece, sustentando su argumento con una delimitación conocida como «la línea de los diez trazos» en sus mapas. Este reclamo ha sido rechazado por Filipinas, Vietnam, Malasia y otros países, cuyos derechos marítimos están garantizados en diversos tramos por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS).

El incidente con los buques filipinos

El pasado viernes, se recrudeció el conflicto cuando varios buques de investigación de Filipinas se vieron obligados a cancelar una expedición científica debido al acoso de barcos de la Guardia Costera y un helicóptero militar chino. Esto ocurrió cerca de los bancos de arena Sandy Cay, estratégicamente situados entre bases ocupadas por ambas naciones en el archipiélago de las Spratly.

Según reportes de la Guardia Costera filipina, los buques chinos se aproximaron peligrosamente a dos de las embarcaciones más grandes, mientras un helicóptero sobrevoló a baja altitud las más pequeñas, generando un ambiente de intimidación. Material videográfico respaldó estas afirmaciones, mostrando las maniobras arriesgadas y la proximidad de la nave aérea. Las imágenes han encendido las alarmas en la comunidad internacional y generaron una creciente preocupación en Filipinas.

Estados Unidos y su rol en la región

El tratado de defensa mutua entre Estados Unidos y Filipinas establece que cualquier ataque armado contra los buques o aeronaves filipinas obligará a Estados Unidos a intervenir. Por ello, las acciones recientes han llevado a que el secretario de Estado, Marco Rubio, enfatizara el compromiso «inquebrantable» de Washington con la defensa de Filipinas. En una llamada con su homólogo filipino, Enrique Manalo, Rubio calificó las acciones de Beijing como desestabilizadoras y contrarias al derecho internacional.

Pekín, sin embargo, ha respondido acusando a Estados Unidos de injerencia en disputas que, según China, son exclusivamente asiáticas. Este endurecimiento de posiciones deja a la región atrapada en una tensa dinámica donde las potencias mayores compiten por influencia y control estratégico.

Relato histórico: las tensiones pasadas

La historia reciente está plagada de episodios similares en los que Filipinas y China han estado al borde del conflicto. En 2017, por ejemplo, ambas naciones lograron un acuerdo para no ocupar ni construir nada en Sandy Cay después de que China rodeara la zona con barcos militares y guardacostas, bloqueando el acceso físico de las fuerzas filipinas. Sin embargo, China ha mantenido una estricta vigilancia sobre el área desde entonces.

Otro punto crítico es el banco de arena Scarborough, donde recientemente buques chinos han sido detectados operando a menos de 200 kilómetros de la costa filipina, dentro de la zona económica exclusiva de Filipinas. Aquí, Manila busca ejercer sus derechos de explotación de recursos naturales bajo la premisa de la UNCLOS, mientras Pekín sostiene que el área es parte de su territorio soberano.

¿Hacia dónde se dirige este conflicto?

La militarización del Mar de China Meridional pone en peligro no solo las relaciones bilaterales sino también la estabilidad en una región vital para el orden global. La construcción de islas artificiales por parte de China y la instalación de equipamientos militares en estas son interpretadas por otros países como un intento de consolidar su dominio en el área.

Además, las maniobras recientes han alimentado un sentimiento de incertidumbre sobre la capacidad de los países afectados para contrarrestar de manera efectiva las acciones de China. Este tema, combinado con la creciente presencia militar estadounidense en el Pacífico, indica que el conflicto difícilmente se resolverá a corto plazo.

El papel del derecho internacional

Mientras tanto, el Tribunal Permanente de Arbitraje con sede en La Haya falló en 2016 a favor de Filipinas al deslegitimar las reclamaciones de Beijing basadas en la «línea de los diez trazos». La sentencia, sin embargo, carece de mecanismos coercitivos, dejando a las naciones más pequeñas como Filipinas frente a una asimetría de poder ante China.

La diplomacia será clave para evitar que las tensiones escalen a un conflicto mayor. Hacia el futuro, será crucial fortalecer las alianzas regionales y multilaterales con organismos como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y buscar una implementación más efectiva de las leyes internacionales en el contexto marítimo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press