Slovakia en Alerta: Protestas Contra el Primer Ministro Robert Fico y su Pro-Rusismo
Miles de eslovacos salen a las calles en rechazo a las políticas del gobierno de Fico, acentuadas por su reciente visita a Moscú y su posición contra la OTAN y la UE.
En los últimos días, Eslovaquia ha presenciado un estallido social sin precedentes. Decenas de miles de personas han inundado plazas y calles en Bratislava y otras 27 ciudades del país para expresar su descontento con el gobierno del primer ministro Robert Fico. Estas protestas, marcadas por consignas como “Eslovaquia no es Rusia, Eslovaquia es Europa”, reflejan una creciente tensión en el país frente al giro pro-ruso que ha tomado su liderazgo.
¿Qué ha detonado las protestas?
El descontento social, al inicio concentrado únicamente en sectores urbanos y opositores, se ha intensificado tras la reciente visita de Robert Fico al Kremlin, donde se reunió con Vladimir Putin. Este encuentro resulta inusual, especialmente para un líder de la Unión Europea, dado el aislamiento internacional al que se enfrenta Rusia desde el inicio de la invasión en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
No solo su visita a Moscú ha generado polémica. Fico ha declarado abiertamente que considera plausible cambiar la orientación de la política exterior de Eslovaquia. Estas declaraciones, acompañadas de su rechazo a las sanciones de la UE contra Rusia y su negativa a brindar apoyo militar a Ucrania, han llevado a una fractura interna en el país.
Manifestaciones pacíficas pero determinantes
Las protestas del pasado 24 de enero registraron una participación récord, con más de 60,000 manifestantes solo en Bratislava. A lo largo de 28 localidades, los ciudadanos alzaron la voz con fuerza, pero sin recurrir a la violencia. Según los organizadores, estas movilizaciones, lideradas principalmente por la organización Paz para Ucrania, se repetirán en las próximas semanas, siendo el 7 de febrero una de las fechas clave.
“Nos hemos cansado de las mentiras y el oportunismo de Robert Fico”, declaró Jana Holubová, portavoz de Paz para Ucrania, durante el acto principal en Bratislava. Aunque Fico ha acusado a los organizadores de conspirar con fuerzas extranjeras para fraguar un golpe de Estado, dichas afirmaciones han sido desmentidas rotundamente. “Se trata de un intento desesperado de asustar a la población”, agregaron.
Un líder polarizante
Fico, quien regresó al poder en octubre de 2023 tras ganar las elecciones parlamentarias con una plataforma claramente pro-rusa y antiamericana, es una figura extremadamente divisiva en Eslovaquia. Sus políticas han representado un giro de 180 grados respecto a sus antecesores, quienes mantenían una postura alineada con la Unión Europea y la OTAN.
El primer ministro tampoco está exento de controversia personal. En mayo de 2024 sobrevivió a un intento de asesinato, un hecho que marcó un antes y un después en la política eslovaca. Sin embargo, lejos de moderar su postura, Fico ha reforzado su retórica y decisiones, como el cese del envío de ayuda militar a Ucrania y su oposición al ingreso de este país en la OTAN.
El contexto internacional y la fractura de la UE
El aislamiento de Eslovaquia dentro del bloque europeo se ha profundizado desde el último cambio de gobierno. Mientras países como Polonia, Alemania y las naciones bálticas se alzan como defensores férreos de Ucrania, Eslovaquia ha adoptado una posición discordante que pone en jaque la unidad estratégica de la región frente a Rusia.
Según analistas, esta fractura interna en la UE podría ser aprovechada por el Kremlin, que busca reconfigurar alianzas y debilitar las instituciones europeas. Fico, al ser uno de los pocos líderes europeos dispuesto a dialogar directamente con Putin, se erige como un actor clave en este escenario.
El papel de la oposición
En este tenso panorama, la oposición ha jugado un rol crucial. Líderes de partidos rivales han señalado que las acciones de Fico no solo amenazan el futuro de Eslovaquia dentro de la Unión Europea, sino también la estabilidad democrática del país. Uno de los mayores conflictos internos actuales gira en torno al informe secreto presentado por Fico en el parlamento, elaborado por el Servicio de Inteligencia Eslovaco (SIS). Este informe, aunque carece de detalles públicos, ha sido calificado por los opositores como una herramienta política utilizada para desacreditar a los manifestantes.
Adicionalmente, se ha cuestionado la imparcialidad del SIS, dirigido por el hijo de un partidario cercano de Fico. Esto ha llevado a denuncias sobre la politización de las instituciones estatales bajo su mandato.
¿Hacia dónde se dirige Eslovaquia?
A pesar de la magnitud de las protestas, el futuro político de Eslovaquia sigue siendo incierto. El apoyo a Fico por parte de ciertos sectores rurales y conservadores del país permanece sólido. Sin embargo, el aumento de la participación ciudadana en las movilizaciones podría marcar un punto de inflexión.
Por otro lado, el debate sobre el futuro de Eslovaquia dentro de la UE y la OTAN no se limita al ámbito local. La comunidad internacional, especialmente Bruselas y Washington, observa de cerca cómo evoluciona la crisis en este país miembro de la UE y de la Alianza Atlántica. Cualquier cambio en su orientación estratégica podría tener repercusiones profundas en la dinámica geopolítica europea.
Mientras tanto, los manifestantes en Bratislava y más allá continúan mostrando su resistencia, desafiando el frío invierno y las advertencias del gobierno. La próxima fecha para observar será el 7 de febrero, cuando se esperan manifestaciones aún más masivas.
