El enigma detrás de los archivos JFK: Historia, revelaciones y teorías
El reciente mandato de Trump pone en foco documentos que han permanecido clasificados desde el asesinato de John F. Kennedy en 1963.
El asesinato que marcó a una nación
El 22 de noviembre de 1963, en las calles de Dallas, Texas, el presidente John F. Kennedy fue asesinado mientras su caravana atravesaba Dealey Plaza. Este evento no solo conmocionó al mundo, sino que dio inicio a un misterio que todavía intriga a historiadores y ciudadanos de todo el planeta. Las sombras colgando sobre el asesinato de JFK han alimentado décadas de teorías conspirativas y preguntas sin respuesta.
Los protagonistas de un caso icónico
El principal sospechoso, Lee Harvey Oswald, fue detenido poco después del atentado. Según las autoridades, Oswald disparó desde la sexta planta del Texas School Book Depository. Sin embargo, el misterio no terminó allí: dos días después, Oswald fue asesinado en vivo por Jack Ruby, un dueño de club nocturno, lo que alimentó aún más teorías sobre un complot mayor.
Aunque la Comisión Warren, creada por el presidente Lyndon B. Johnson, concluyó en 1964 que Oswald había actuado solo, muchas personas han cuestionado esta versión oficial, argumentando la posible participación de la CIA, la mafia, e incluso gobiernos extranjeros como el de la Unión Soviética o Cuba.
La liberación de documentos: ¿Un paso hacia la verdad?
En los primeros años de la década de los 90, el Congreso aprobó el JFK Assassination Records Collection Act, que establecía la creación de un archivo único en los Archivos Nacionales para todos los documentos relacionados con el asesinato. Este mandato requería que dichos documentos estuvieran abiertos al público para el año 2017, salvo excepciones designadas por el presidente.
En 2017, Donald Trump prometió desclasificar todos los documentos restantes, pero finalmente retuvo algunos debido a preocupaciones de seguridad nacional. Cuatro años después, durante la administración Biden, se liberaron más documentos, aunque todavía quedan más de 3,000 registros parcialmente o completamente clasificados, muchos de los cuales están vinculados con la CIA.
Revelaciones ya conocidas
Entre los documentos ya disponibles, se encuentran detalles fascinantes sobre la vida de Oswald semanas antes del asesinato. Por ejemplo, se sabe que visitó las embajadas soviética y cubana en Ciudad de México, buscando viajar a Cuba y posiblemente alentar un regreso a la Unión Soviética. También hay registros de comunicaciones interceptadas en las que Oswald hablaba con un oficial del KGB durante esa visita.
Otros documentos han arrojado luz sobre cómo operaban las agencias de inteligencia estadounidenses durante la Guerra Fría, revelando tensiones políticas y procedimientos internos que contextualizan el entorno político de la época.
La reciente orden ejecutiva de Trump
El 12 de octubre de 2023, el expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva pidiendo la desclasificación de los registros restantes relacionados no solo con el asesinato de JFK, sino también con los asesinatos de 1968 del senador Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. La directiva establece plazos de 15 días para planificar la liberación de los archivos de JFK y 45 días para los otros casos, aunque no está claro cuándo exactamente serán accesibles.
Esta acción renueva la esperanza de los investigadores de encontrar respuestas. Sin embargo, expertos como Larry J. Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, expresan escepticismo: “Es poco probable que encontremos una ‘bala de plata’ que derrumbe la narrativa oficial, aunque los documentos pueden ofrecer piezas importantes del rompecabezas”.
El impacto del misterio JFK
El asesinato de John F. Kennedy y los misterios en torno a su investigación tienen un impacto profundo en la cultura y la política de los Estados Unidos. Para muchas personas, representa un recordatorio de cómo las instituciones pueden fallar en proporcionar respuestas claras en momentos críticos. Es también un espejo que refleja la desconfianza hacia el gobierno y las agencias de inteligencia.
Algunos analistas argumentan que la continua clasificación de ciertos documentos perpetúa las teorías conspirativas y erosiona la confianza pública. Por otro lado, también entienden la necesidad de proteger información que podría poner en riesgo la seguridad nacional o revelar métodos sensibles de inteligencia.
¿Qué podría revelarse?
Aunque muchos registros contienen detalles aparentemente menores, juntos podrían formar un panorama más completo. Los documentos podrían ofrecer nueva información sobre posibles cómplices, contactos internacionales o decisiones de alto mando durante la investigación inicial.
Desde el famoso ‘triángulo de disparos’ en Dealey Plaza hasta las implicaciones de una conexión soviética o cubana, estos documentos tienen el potencial de reescribir elementos clave de una historia que ha fascinado e inquietado a generaciones.
Por ahora, el mundo mira hacia los Archivos Nacionales, esperando nuevas revelaciones. Sin importar qué encuentren los documentos clasificados, una cosa es segura: el caso JFK seguirá siendo una pieza central de debate histórico y cultural durante muchos años más.