Polémica en el caso de Bryan Kohberger: Uso de genealogía genética y acusaciones de mala conducta policial
El juicio por el asesinato de cuatro estudiantes da un giro inesperado con acusaciones de violaciones constitucionales y una controvertida técnica de investigación.
El caso contra Bryan Kohberger, acusado del asesinato de cuatro estudiantes universitarios en Idaho, ha alcanzado un punto crítico. La defensa del imputado busca desmantelar las bases de la acusación alegando que toda la evidencia fue obtenida mediante un proceso de investigación genética que consideran inconstitucional, y que además hubo mala conducta por parte de las fuerzas de seguridad. Una audiencia decisiva de dos días, que se llevará a cabo en parte a puerta cerrada, podría sacudir los cimientos del caso antes del inicio del juicio programado para agosto.
¿Quién es Bryan Kohberger y de qué se le acusa?
Kohberger enfrenta cuatro cargos de asesinato por los homicidios de Ethan Chapin, Xana Kernodle, Madison Mogen y Kaylee Goncalves, ocurridos en noviembre de 2022 en una residencia estudiantil cercana al campus de la Universidad de Idaho. Según los fiscales, Kohberger es responsable de los fatales apuñalamientos que conmocionaron a la comunidad universitaria. La fiscalía ya ha anunciado que buscará la pena de muerte si es declarado culpable.
Investigación genética: Innovadora pero controvertida
El centro de la disputa legal radica en el uso de la técnica llamada Investigative Genetic Genealogy (IGG), un método que combina genealogía y ADN para identificar posibles sospechosos. La defensa afirma que este procedimiento violó los derechos constitucionales de Kohberger.
La IGG se emplea cuando el ADN encontrado en la escena de un crimen no produce resultados en bases de datos estándar. En lugar de ello, se analizan variaciones genéticas (polimorfismos de nucleótido único) y se suben a bases de datos genealógicas como GEDmatch y FamilyTreeDNA para buscar familiares del sospechoso. En este caso, la IGG identificó a Kohberger como un posible sospechoso tras analizar ADN encontrado en la funda de un cuchillo en la escena del crimen.
Sin embargo, según los abogados de Kohberger, esta herramienta dio pie a una cadena de eventos que violaron sus derechos. Argumentan que sin la IGG, no habría habido justificación para investigar sus registros telefónicos, vigilar su residencia familiar o recolectar ADN de su basura.
La defensa ataca: Mala conducta policial
Además del uso de la IGG, la defensa acusa a las autoridades de mentir u omitir información crucial al solicitar órdenes de allanamiento. Quieren que la evidencia recolectada en los domicilios y vehículos de Kohberger, así como los resultados de pruebas de ADN, sean excluidos del juicio.
Los detalles de estas supuestas irregularidades policiales permanecen bajo secreto judicial. El juez Steven Hippler ha sellado la mayoría de los documentos relacionados y argumenta que la divulgación pública podría influir negativamente en la futura selección de jurados.
Fiscales defienden el método
En contraste, la fiscalía sostiene que el uso de la IGG es legal y ético, subrayando que los familiares de Kohberger proporcionaron voluntariamente su ADN a bases genealógicas. También afirman que Kohberger no tiene un derecho razonable a la privacidad por el ADN que dejó en la escena del crimen, señalando precedentes legales.
Secretismo judicial en el caso
La decisión del juez de mantener partes de la audiencia a puerta cerrada ha atraído críticas, especialmente de medios de comunicación como The Associated Press. “La transparencia es primordial para mantener la confianza en nuestras instituciones gubernamentales,” dijo Wendy Olson, abogada que representa a una coalición de medios que busca acceso a los procedimientos judiciales.
¿Qué sigue en el caso?
El resultado de esta audiencia será crucial. Si el juez acepta los argumentos de la defensa, el caso podría derrumbarse antes de llegar a juicio. Esto plantea preguntas más amplias sobre el uso de tecnología avanzada en investigaciones criminales y el equilibrio con los derechos constitucionales de los acusados. Por otro lado, si la fiscalía logra mantener la evidencia, Kohberger enfrentará un juicio donde la pena máxima podría ser la muerte.