La batalla por el agua en California: Políticas, incendios y polémicas

Donald Trump reaviva la discusión sobre la gestión de los recursos hídricos en el estado mientras visita áreas afectadas por incendios.

El complejo panorama del agua en California

Estados Unidos no es ajeno a los debates sobre la redistribución y el manejo de sus recursos naturales, y el agua en California está en el epicentro de esta discusión. Con una cantidad desproporcionada de agua en el norte del estado y una mayoría de la población en el sur seco y árido, el flujo de agua se ha convertido en un problema técnico, logístico y político de gran envergadura.

Los sistemas hidráulicos del estado, conocido como el Proyecto de Agua Estatal y el Sistema del Valle Central, son responsables de canalizar agua del norte hacia las ciudades y granjas en el sur. Al mismo tiempo, una gran parte de los recursos locales en el sur proviene de aguas subterráneas y sistemas gestionados a nivel local, como los acueductos administrados por el Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles.

Trump y su cruzada hídrica

Donald Trump, en su segundo mandato como presidente, ha intensificado su enfoque en la política del agua de California. En una serie de declaraciones en redes sociales y entrevistas, ha culpado al estado de desviar demasiada agua hacia el océano Pacífico en lugar de dirigirla hacia ciudades y campos agrícolas. "Se están desperdiciando millones de galones de agua diariamente en el océano, mientras los agricultores y las ciudades están al borde del suministro crítico," afirmó Trump en Truth Social.

En respuesta, el presidente ha ordenado a funcionarios federales elaborar un nuevo plan para redirigir agua hacia el fértil Valle Central y las ciudades densamente pobladas del sur, amenazando incluso con retener fondos federales de ayuda para desastres si no se realizan cambios en las políticas estatales.

El trasfondo ambiental y político

El manejo del agua en California no es solo una cuestión de disponibilidad, sino también de sostenibilidad ambiental. El delta del Sacramento-San Joaquín, un estuario clave para la biodiversidad, se encuentra en el corazón del debate. Las restricciones ambientales que protegen especies amenazadas, como el salmón chinook y el smelt del delta, dictan cuánta agua puede extraerse del delta para canalizar hacia otras áreas.

La administración Trump anterior relajó ciertas restricciones para enviar más agua al Valle Central, decisión que enfrentó oposición de grupos ambientalistas y una demanda legal del estado liderado por Gavin Newsom. Estas políticas, alegan los ambientalistas, podrían empujar a especies al borde de la extinción.

¿Qué poder tiene el gobierno federal?

Mientras los sistemas de agua en California son coordinados entre agencias estatales y federales, las órdenes del presidente sobre cómo redistribuir el agua pueden generar tensiones administrativas. Históricamente, las decisiones de gestión del agua en California han requerido un delicado equilibrio, con medidas acordadas entre actores federales como el Proyecto del Valle Central y organismos estatales involucrados en el Proyecto del Agua Estatal.

"Cualquier aumento en la extracción de agua por parte de las agencias federales podría hacer que el estado reduzca sus propias asignaciones para proteger al delta y sus ecosistemas," explicó Caitlin Peterson del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad de California.

Los incendios en Los Ángeles y su conexión con el agua

Trump también ha relacionado los incendios que recientemente han devastado la región de Pacific Palisades y Malibu con problemas en la gestión estatal del agua, pero ¿es una conexión válida? A primera vista, parece ser un vínculo débil. La falta de agua en hidrantes durante los primeros momentos del incendio en Pacific Palisades fue atribuida a sistemas locales sobrecargados y mantenimiento en reservorios críticos, como el embalse de Santa Ynez.

"El problema no tiene que ver con los recursos de agua disponibles a nivel estatal, sino con cómo Los Ángeles administra sus propias infraestructuras," señaló Deven Upadhyay, gerente interino del Distrito Metropolitano de Agua del Sur de California.

Incertidumbre climática y una posible crisis hídrica

A pesar de que las tormentas masivas en 2023 permitieron al estado salir de una sequía prolongada, las regiones central y sur comenzaron en 2025 a experimentar nuevamente condiciones de sequía. La intermitencia en la disponibilidad de agua resalta la necesidad de establecer políticas sostenibles a largo plazo, en lugar de debates polarizados entre los intereses de las ciudades, las granjas y el medio ambiente.

Por otro lado, cualquier cambio unilateral en el flujo de agua favorecería únicamente a ciertos usuarios y podría generar aún más tensiones internas y litigios entre el gobierno federal y estatal.

Futuro incierto

Mientras Donald Trump visita las áreas devastadas por incendios en California para reforzar sus políticas de gestión hídrica, la fractura entre recursos federales y estatales se hace cada vez más evidente. Con un historial de debates polémicos, el manejo del agua sigue siendo uno de los temas más divisivos y complejos en la política contemporánea de California.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press